Lenín David Rodríguez Aguilera. 

Abogado y Licenciado en Geografía, con Post Grado en Derecho y Política Internacional de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Profesor de la Materia Geopolítica del Petróleo, en la UCV y Docente invitado de Notabilis Energy, Empresa Internacional de Adiestramiento, especializada en el Área de Hidrocarburos. Asesor en la Industria Petrolera.

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En el mes de marzo se tiene por tradición celebrar, la CERAweek, es una reunión anual, la cual se realiza en la ciudad de Houston, en el estado de Texas, con duración de una semana y se identifica con las iniciales Cambridge Energy Research Associates (CERA), fundada hace 41 años en Cambridge, Massachusetts, por Daniel Yergin y James Rosenfield.

La conferencia anual sobre energía organizada por la empresa de información y conocimientos S&P Global, reúne a ejecutivos, funcionarios gubernamentales de las industrias energética, política, tecnológica y financiera.

En una semana se presentan una gran cantidad de conferencias, en las cuales se trata sobre la realidad de la situación energética del mundo, los temas críticos mundiales, la geopolítica, la tecnología y sus tendencias.

En este orden de ideas, las gigantes petroleras Saudí Aramco y ExxonMobil, por intermedio de sus Ejecutivos de más alto nivel, tomaron la palabra y señalaron que observan dificultades en la estrategia de transición hacia energías limpias, en el marco de la cual su industria petrolera, es considerada «enemiga», y siguen sin ver una sustitución en un horizonte cercano.

Y lo cuestionan desde las realidades de los números, indicando que el año pasado el consumo mundial de energía aún se basaba en un 82% en combustibles fósiles, según un informe de KPMG, además, la demanda de petróleo alcanzará niveles récord este año, según proyecciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE).

«Debemos dejar de lado la fantasía del fin del petróleo y el gas«, argumentó el director ejecutivo del grupo estatal saudí, Amin Nasser, cerrando su exposición indicando de manera contundente; «En el mundo real, la actual estrategia de transición está fracasando visiblemente, este no es el futuro que algunos habían anunciado«.

Según sus argumentos sustentados en análisis técnicos, los cuales indican que se ve como poco probable, que el pico del consumo de gas y petróleo se produzca pronto, y menos probable hacia el 2030, en alusión a un objetivo a medio plazo el cual se ha considerado como una posible fecha de eliminación gradual del crudo.

«Las alternativas como la energía solar o la eólica, no han podido desplazar a los hidrocarburos a escala», pese al «papel protagónico» de la industria en la «prosperidad global», y se le presenta como «un archienemigo de las transiciones».

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Esta declaración se vio reforzada, cuando por su parte el director ejecutivo de la estadounidense ExxonMobil, Darren Woods, indicó, «No estamos en el camino para alcanzar cero emisiones netas para 2050, uno de los desafíos aquí es que, si bien la sociedad quiere que se reduzcan las emisiones, nadie quiere pagar por ello».

Para Nasser de Saudí Aramco, «a pesar de la contribución de las energías alternativas a la reducción de emisiones, cuando el mundo se centra en reducir las emisiones de los combustibles fósiles, obtiene mejores resultados», y ejemplo de ello, es la transición en Estados Unidos del carbón al gas natural.

«Mi propuesta es la siguiente: debemos dejar de lado la fantasía del fin del petróleo y el gas», argumentó Nasser. En cambio, el mundo debería «invertir en estas fuentes de energía adecuadamente, para reflejar estimaciones realistas de la demanda», agregó.

Como podemos ver las grandes petroleras y en general el mundo vinculado a los crudos y sus derivados, se muestran escépticas ante la transición energética y creen que está fracasando, siguen favoreciendo en gran medida la producción de combustibles fósiles a pesar de las inversiones en energía verde, abogando por una producción de petróleo a largo plazo.

El Consejero Delegado del mayor productor de petróleo del mundo, no cree que las fuentes de energía alternativas vayan a implantarse a la escala necesaria para desplazar a los hidrocarburos a corto o mediano plazo, a pesar de los enormes niveles de inversión en el sector en las últimas décadas. En su criterio, urge un reajuste de la estrategia de transición, y su propuesta es la siguiente: Debemos abandonar la fantasía de eliminar progresivamente el petróleo y el gas y, en su lugar, invertir en ellos adecuadamente reflejando hipótesis de demanda realistas.

En la actualidad, la energía eólica y la solar sólo representan el 3% del suministro energético mundial, mientras que la penetración de los vehículos eléctricos ronda el 3%, indica Nasser. Por el contrario, los hidrocarburos siguen representando en torno al 80% del suministro energético mundial, con un descenso de sólo el 3% en el último cuarto de siglo.

Si bien se prevé una disminución de la demanda de carbón, ésta será sustituida en gran medida por una mayor demanda mundial de gas natural, el combustible fósil «más limpio». Nasser cree que los gobiernos están negando la realidad y que un cambio hacia lo ecológico no proporcionará suficiente energía para satisfacer la creciente demanda mundial.

Por su parte, Darren Woods, Consejero Delegado de Exxon Mobil, hizo hincapié en la elevada demanda de productos petrolíferos; indicando que una de las cosas en las cuales se ha centrado la política hasta la fecha y gran parte de la narrativa es en el lado de la oferta de la ecuación y no ha abordado el lado de la demanda de la ecuación; así como el impacto que el precio tiene en la demanda».

De igual manera señaló que si el coste de la reconversión y la transición a una sociedad con menos emisiones de carbono es demasiado alto para los consumidores, no lo pagarán. Ya lo hemos visto en Europa, con las protestas agrícolas y las de los chalecos amarillos.

Tras la conferencia, los activistas ecologistas criticaron a las grandes petroleras por socavar la importancia de la transición ecológica y los esfuerzos mundiales para atajar el cambio climático. David Tong, responsable de la campaña mundial de la industria en el grupo de defensa Oil Change International, declaró: «No sorprende ver afirmaciones engañosas como ésta en la CERAWeek, porque las empresas de combustibles fósiles son la principal causa de la crisis climática y su continua influencia política es el mayor obstáculo para resolverla».

Existen varios retos para lograr una transición ecológica mundial con éxito, y aún parece que queda mucho camino por recorrer, dada la baja contribución de las energías renovables al suministro energético mundial.

Sin embargo, en la última década se han registrado avances significativos en energías renovables y tecnologías limpias, fuertemente apoyados por los altos niveles de financiación pública y privada en el sector, que se espera continúen. Además, aunque la demanda de petróleo y gas está creciendo, se espera que gran parte de esta demanda se desplace hacia alternativas verdes en la medida de su disponibilidad. 

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En paralelo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) reafirma con su declaración lo antes expuesto, viéndose forzada a cambiar radicalmente sus previsiones sobre el petróleo en cuestión de un mes. El mercado ha pasado de estar protagonizado por un exceso de oferta a sufrir la falta de petróleo por un repentino aumento de la demanda de crudo. Así, la AIE ahora prevé que falte petróleo en los próximos meses, lo cual provocará una caída de los inventarios globales de crudo y podría presionar al alza el precio de esta materia prima, subiendo más de un 1% hasta los 88 dólares por barril, rozando máximos de los últimos seis meses.

En la primera parte de este 2024 se ha estado produciendo una combinación peligrosa: la oferta de petróleo se ha reducido, mientras que la demanda ha aumentado más de lo esperado, según se desprende del informe mensual de marzo de la AIE. Ante esta situación, el precio del petróleo se ha anotado una subida de más del 10% desde finales de 2023, que deja al Brent, de referencia en Europa, en los 85 dólares, y al West Texas, de referencia en EEUU, en por encima de los 81 dólares el barril.

«Pronosticamos que la demanda mundial de petróleo aumentará en 1,7 millones de barriles diarios (Mb/d), mucho más de lo esperado en el primer trimestre de 2024, debido a una mejora de las perspectivas para Estados Unidos».

En el informe de febrero, la AIE había previsto un crecimiento de la demanda para los primeros tres meses de 2024 de 1,4 Mb/d, es decir, 300.000 barriles menos de lo que realmente está aumentando la demanda. Este ‘fallo’ de previsión ha roto los equilibrios entre oferta y demanda, provocando que se pase un escenario de crecimiento de los inventarios a otro de caída del stock acumulado de petróleo.

Amanecerá y Veremos…

Fuentes: WSJ.com, El Mundo: Economía y Negocio, TheEconomist.com, BBCMundo.com, Sputnik news.com, infobae.com, eluniversal.com.ve, oilprice.com, worldenergytrade.com, OPEP.com, Bloomberg.com, wikipedia.com, oilprice.com, Rystad.com, IAE.org, elperiodicodelaenergia.com, Eleconomista.com, elordenmundial.com., S&Pglobal.com, es.statista.com., Elpais.com.