Para el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, los precios del petróleo están subiendo exactamente en el momento equivocado.
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El nacionalista de derecha superó las expectativas el domingo al terminar cinco puntos porcentuales por detrás del favorito, Luiz Inácio Lula da Silva, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, luego de que la caída de los precios del combustible diera un impulso a Bolsonaro. Ahora, antes de una segunda ronda de votación, los precios del petróleo registraron la mayor alza desde julio luego de que la OPEP y sus aliados evaluaran un recorte de producción de más de 1 millón de barriles por día.
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Los precios en las bombas de servicio tienen un impacto inmediato en la opinión pública, mientras que lleva más tiempo que el Gobierno federal de Brasil se beneficie de los altos precios a través de impuestos y regalías. Si bien los aumentos en los precios del petróleo están impulsando al alza las acciones de la empresa estatal Petrobras, estos afectan a los automovilistas brasileños.
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Petrobras no traspasa inmediatamente las alzas de precios a los consumidores, pero los posibles recortes de producción de la OPEP significan que Bolsonaro probablemente no verá disminuciones adicionales en los costos de la gasolina y el diésel durante el tramo final de la campaña, y Lula seguirá atacándolo por perseguir precios basados en el mercado.
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