La petrolera brasileña Petrobras comunicó este viernes que comenzará a perforar en noviembre próximo las concesiones que se adjudicó frente a la desembocadura del río Amazonas, cuya posible explotación genera protestas de ecologistas, debido a que confía en descubrir una inmensa riqueza en el área.

El anuncio fue hecho por el director de Exploración y Producción de la empresa, Fernando Borges, en la rueda de prensa en que fueron comentados los beneficios históricos logrados por la mayor empresa de Brasil en el primer semestre del 2022.

Por su parte, Borges apuntó que el proceso para que Petrobras obtenga la respectiva licencia ambiental para operar en aguas profundas en la controvertida región, marcha satisfactoriamente y que las autoridades reguladoras deben dar su aprobación en octubre, cuando la compañía demuestre en un simulacro que no ofrece ningún riesgo.

«La previsión es que hagamos ese simulacro en la segunda quincena de octubre, para que iniciemos las operaciones en noviembre, ya que confiamos en descubrir (las gigantescas reservas) lo que ya fue descubierto en el Margen Ecuatorial por Surinam y Guayana», declaró.

La llamada Margen Ecuatorial comprende las cuencas marinas en el océano Atlántico a ambos lados de la línea del Ecuador, una región que en Brasil incluye la desembocadura del río Amazonas y en las que tanto Guayana como Surinam han descubierto importantes yacimientos.

En Brasil el Margen Ecuatorial incluye el área frente a la desembocadura del Amazonas, cuya posible exploración ha generado una intensa polémica debido a la existencia de una importante y delicada cadena de corales.

Conforme con el dirigente, la multinacional Exxon, que opera en aguas profundas del Margen Ecuatorial en Guayana, ya produce 340.000 barriles de petróleo por día en dos unidades en la región y tiene otras dos unidades de alta capacidad en construcción.

Añadió que, dado el tamaño de las reservas, Exxon anunció que perforará en seis años 65 pozos exploratorios en Guayana.

«Apostamos alto en que vamos a descubrir petróleo y que tendremos una nueva región productora y generadora de riqueza para la sociedad brasileña en el Margen Ecuatorial», dijo.

También Borges resaltó el proceso para obtener la licencia ambiental, que era el principal escollo, viene generando «buenas noticias y está avanzando conforme lo previsto».

Afirmó que por los momentos el permiso sólo depende de que Petrobras, en el simulacro que realizará en octubre y que será supervisado por el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA), demuestre que tiene los recursos necesarios para contener cualquier posible derrame de petróleo o superar posibles accidentes ambientales.

«Y durante ese simulacro ya tendremos todo lo necesario para la posterior operación: una sonda contratada para explorar en aguas profundas, las seis embarcaciones de apoyo necesarias para operar en un bloque ubicado a 160 kilómetros de la costa y tres aeronaves. Estamos totalmente preparados y con todos los equipos listos para hacer el simulacro y enseguida comenzar a perforar«, señaló.

Petrobras, una empresa controlada por el Estado pero con acciones cotizadas en bolsa, cuenta con seis concesiones para explotar a unos 120 kilómetros frente a la desembocadura del Amazonas.

Esos derechos fueron adjudicados en 2013 a un consorcio conformado por el gigante energético francés Total (40 %), la británica BP Energy (30 %) y Petrobras (30 %), pero las empresas europeas, presionadas por grupos ecologistas de sus países, abandonaron el proyecto y le vendieron sus partes a la brasileña.