La matriz de Facebook, Meta, se puso en contacto con los reguladores antimonopolio de la UE hace algún tiempo en un intento por resolver las investigaciones sobre el uso de los datos de los clientes y la vinculación de su servicio de anuncios clasificados a su red social, afirmaron personas con conocimiento directo del tema.

Se trata de conversaciones muy preliminares que hasta ahora no han progresado, según notificaron las personas.

«No me sorprende que no haya tracción. Se puede evaluar mejor el riesgo de exposición si se ve algo por escrito, como un pliego de cargos«, dijo Tobias Caspary, socio de Fried Frank, con sede en Londres.

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El organismo de defensa de la competencia de la UE inició una investigación sobre Facebook en junio del 2023, centrada en si la red social utiliza de forma desleal los datos de los anunciantes para competir con ellos en el sector de los anuncios clasificados online.

Una segunda investigación se centra en si Facebook vincula su servicio de anuncios clasificados Marketplace a su red social para tener una ventaja a la hora de llegar a los clientes y dejar fuera a los servicios de anuncios clasificados en línea rivales.

Por su parte, la Comisión está preparando cargos contra la compañía, según afirmaron a Reuters el mes pasado otras personas familiarizadas con el asunto.

En ocasiones, las compañías tratan de llegar a un acuerdo tras recibir tales acusaciones.

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La resolución de una investigación antimonopolio permite a una empresa evitar posibles multas de hasta el 10% de su facturación global. Asimismo, no se constataría ninguna infracción, lo que podría ser útil para evitar reclamaciones por daños y perjuicios.

La Comisión ha ampliado recientemente sus poderes con una normativa histórica conocida como Ley de Mercados Digitales (DMA), que hace ilegal que los guardianes de la red favorezcan sus propios servicios o impongan condiciones de acceso injustas a su tienda de aplicaciones.

Esta medida podría animar a las grandes empresas tecnológicas a resolver las investigaciones en curso de la UE, para poder tener una voz en la decisión de posibles soluciones, a diferencia de lo que ocurriría bajo la DMA.