La inflación sigue en junio su rumbo alcista y se aproxima cada vez más al doble dígito. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) informó que el dato anual del costo de vida llegó a 9,67% en junio. Este es el registro más alto en los últimos 22 años.
El alto costo de vida pasó de estar impulsado por alimentos en el dato mensual a estar jalonado por los gastos en restaurantes y hoteles, con un alza de 1,06%, rubro que aportó 1,47% al IPC (Índice de Precios al Consumidor) anualizado.
En cuanto al concepto con mayor aporte anual fue alimentos y bebidas, que en los últimos 12 meses ha escalado 23,65%. De hecho, por cuenta del Día sin IVA, hubo un aporte negativo en la inflación mensual de prendas de vestir y calzado, siendo de -2,64%.
La inflación mensual ha indicado una desaceleración, en lo corrido del 2022 ha crecido constantemente, de forma que el acumulado en lo corrido de este año llegó a 7,09%.
“Si bien hay una moderación en la cifra de inflación mensual, sigue siendo una cifra atípicamente alta”, señaló Juan Daniel Oviedo, director del Dane.
El desagregado por ciudades revela que nueve ya alcanzaron una inflación de dos dígitos. Cúcuta (13,65%), Santa Marta (13,07%) y Valledupar (11,8%) son las capitales con las cifras más altas. Les siguen Riohacha, Barranquilla, Tunja, Villavicencio, Bucaramanga y Montería.
Por el contrario, Pasto (8,85%), Bogotá (8,89%) y Popayán (9,06%), tuvieron las menores cifras, incluso por debajo del promedio.
Los motivos de la alta inflación
Los precios se ha visto afectado desde varios escenarios. El primero es el de oferta, que se ha visto impactada por el conflicto Ucrania – Rusia, la crisis logística, el precio del dólar y factores internos, como la temporada de lluvias, que está afectando a los cultivos de ciclo corto.
“Estamos viendo niveles de lluvias que se acercan a máximos en los últimos 10 años para esta época”, explica Camilo Pérez, gerente de Investigaciones Económicas de Banco de Bogotá. Añadió que en el caso particular de junio, los servicios públicos tienen un impacto importante.
De igual modo, ha habido un alza en la demanda. Lo que significa que, los precios aumentan porque hay mayor interés en adquirir ciertos bienes. Esto se ve reflejado en el dato de la inflación básica (sin alimentos ni regulados), que para el sexto mes del año fue de 6,2%.
Para dominar esto, el Gobierno ha tomado una serie de medidas. Para contrarrestar el efecto en los altos precios de insumos del agro y fertilizantes, se han levantado los aranceles a más de 200 subpartidas. El objetivo es reducir el costo de los precios al productor y, por ende, la inflación.
Según el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, también se dispuso de recursos adicionales para apoyar a los productores a adquirir materias primas para producir.
Otra de las respuestas ha sido el aumento en la tasa de interés del Banco de la República. Desde septiembre su Junta Directiva ha decidido incrementos graduales para contener la inflación. En lo corrido del 2022 ha subido 4,5 puntos porcentuales su tipo de intervención que en junio llegó a 7,5%.
“Queremos enviar una señal de que estamos en un proceso de ajuste, que probablemente no sea el último, pero lo sabremos con la información que tengamos en su momento”, declaró Leonardo Villar, gerente del Emisor.
Por su parte, Camilo Durán, economista senior de Credicorp Capital, afirmó que el consumo privado ha tenido incrementos por motivos crediticios, por lo que el alza en la intervención tendrá un efecto de control.
Los analistas económicos consultados en la última Encuesta Mensual de Expectativas del banco central consideran que, tanto el costo de vida como la tasa de intervención crecerán aún más. A finales de año, la mediana de la previsión es de 8,62%, muy por encima del rango meta (entre 2% y 4%) planteada e incluso a cierre de 2023 se mantenga por encima (4,66%).
Por esto, en septiembre los especialistas estiman que la tasa llegue a 8,5% y se mantenga así hasta febrero de 2023, cuando empezaría a disminuir.
El incremento en el precio de combustibles tendrá un efecto en la inflación
El Ministerio de Minas y Energía comenzó el pasado viernes una serie de incrementos en los precios en los combustibles ($150 para gasolina y diésel). Esto impactará más el dato de inflación por vía del costo del transporte, que afectará los precios de los alimentos posteriormente.
Cálculos del Comité Autónomo de la Regla Fiscal indican que por cada 1% que se aumente el precio de los combustibles líquidos, la inflación global aumentaría 0,08%. También, el Ministerio de Hacienda calcula que por cada $1.000 que incrementen tanto el diésel como la gasolina, el IPC escalaría 0,65%.
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