Ha mantenido una videollamada con los trabajadores de la red social
Elon Musk ha mantenido este jueves una videollamada con los empleados de Twitter, antes de adquirir la compañía por 44.000 millones de dólares, y ha dejado a los trabajadores seriamente preocupados ante los posibles despidos que pueda llevar a cabo una vez llegue a un acuerdo de compra con la red social.
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Musk ha señalado que un reajuste de la plantilla de Twitter «dependerá de su situación financiera», ya que «la compañía necesita estar saludable y ahora mismo los gastos superan a los ingresos». Para Musk, en la red social tiene que «haber cierta racionalización del número de empleados o de lo contrario Twitter no podrá crecer».
No obstante, ante el nerviosismo que sus palabras estaban causando entre los empleados, ha querido matizar que cualquiera que contribuya de manera eficaz «no tiene nada de qué preocuparse».
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Otro de los temas que también han mostrado preocupación entre la plantilla de Twitter ha sido el relacionado con el teletrabajo. Cabe recordar que recientemente les dijo a sus empleados de Tesla que serían despedidos si no pasaban un mínimo de 40 horas a la semana en la oficina.
En este sentido, ha señalado que «Tesla fabrica automóviles y no se pueden hacer de forma remota». Aunque no ha detallado cómo sería su política con respecto al trabajo remoto en Twitter.
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En cuanto a la idea de por qué querer comprar la red social, Musk ha querido dejar claro que le encanta Twitter y que aprende mucho en él. «Es una excelente manera de transmitir un mensaje», ha dicho, al tiempo que ha manifestado su defensa de la libertad de expresión y que «los usuarios tienen derecho a decir lo que quieran, pero eso no significa que Twitter deba promoverlo. Los usuarios tienen derecho a filtrar el contenido que no quieran ver».
Musk quiere hacer de Twitter una plataforma de éxito y lo conseguiría si la red llega a los 1.000 millones de usuarios activos diarios.
Con respecto a cuál sería su posición dentro de la compañía, ha manifestado que no le importa ser CEO que lo único que quiere es «conducir el producto en una dirección particular».
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