El vigor expresado por el presidente Jair Bolsonaro (PL) en la primera vuelta electoral, a pesar de que quedó atrás del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en la disputa por el Palacio del Planalto, debe animar los mercados financieros en los próximos días, con los inversores recurriendo a apostar por el escenario de reelección del candidato considerado más alineado con una agenda liberal.
Con el 99,54% de los tramos electorales escrutados, Lula tenía el 48,31% de los votos válidos, mientras que Bolsonaro apareció con el 43,30%, conforme con los datos del Tribunal Superior Electoral (TSE), que revelaron que se realizaría la segunda vuelta.
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La distancia de Lula con Bolsonaro era menor de lo que apuntaban los principales institutos de investigación.
Asimismo, los aliados del presidente afirmaron la victoria en primera vuelta en estados como Río de Janeiro y Paraná, además del Distrito Federal, y la bancada bolsonarista también ganó una importante fuerza en el Senado.
«El voto del presidente Bolsonaro sorprendió positivamente y fue la gran sorpresa de estas elecciones. Varios de sus aliados también sorprendieron”, señaló Ricardo Lacerda, presidente del banco BR Partners, para quien Bolsonaro se convierte en el favorito en la segunda vuelta.
“Creo que las reformas están cobrando impulso y el mercado de valores debería tener un fuerte repunte mañana”.
Lula siempre había estado por delante de Bolsonaro en las principales encuestas electorales, y algunas de las encuestas apuntaban a una ventaja de más de 10 puntos porcentuales. En la última semana, sondeos como el Ipec y Datafolha apuntaban incluso a la posibilidad de que el PT ganara las elecciones en la primera vuelta.
Conforme a la encuesta de la corredora BGC con 212 jugadores institucionales la semana pasada indicó que, en promedio, el 20% vio a Lula elegido en la primera vuelta, mientras que el 60% vio la posibilidad de que termine el domingo adelante, pero con la decisión de ir a la segunda vuelta.
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“Todas las sorpresas van en la misma línea, para demostrar que el grupo de apoyo del presidente y el propio presidente son mucho más fuertes de lo imaginado. Y esta lectura general debería generar una reacción positiva en el mercado el lunes”, dijo el economista de ASA Investments y exsecretario del Tesoro Nacional, Jeferson Bittencourt, al apuntar que el gobierno de Bolsonaro es visto como menos intervencionista y más favorable a las privatizaciones.
Para Bittencourt, la discusión antes de la segunda vuelta podría pasar a temas más programáticos si se evalúa que la fortaleza de Bolsonaro provino de una mejor percepción de la economía.
“Sin embargo, me temo que la segunda vuelta será un escenario de antibolsonarismo y antipetismo, entonces entramos en un escenario de riesgo económico, porque podemos entrar a la subasta populista donde el quid de la campaña es prometer más y más sin decir cómo pararse. arriba”, destacó el economista.
En un informe fechado el jueves, los analistas de JPMorgan también proyectaron que, en caso de una ventaja de Lula de hasta cinco puntos porcentuales sobre Bolsonaro, un escenario que afirmaron consideraban más probable, las acciones reaccionarían positivamente el lunes.
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Para JPMorgan, el liderazgo más estrecho de Lula desplegarían dos posibilidades: la de que Lula se mueva más hacia el centro, tal vez incluso se vea obligado a nombrar a su ministro de finanzas, y una mayor probabilidad de que Bolsonaro gane las elecciones de lo que indica el promedio de investigación.
Por su parte, Sérgio Vale, economista jefe de MB Associados, dijo que estima que Lula sea más central en la disputa por la segunda vuelta, que, según él, será bien vista por los mercados.
Señaló que, aunque el resultado de este domingo no indica favoritismo del presidente en la segunda vuelta, fortalece el bolsonarismo y el antipetismo.
“El mercado estará muy tenso en las próximas semanas con lo que dirá Bolsonaro sobre los resultados, ya que la tendencia es que los resultados estén cerca en la segunda vuelta”.
Sérgio Vale
Bolsonaro viene removiendo, sin pruebas, el espectro del fraude electoral en el sistema de voto electrónico. Siempre cuestionado, afirma que solo reconocerá los resultados si las elecciones son “limpias”, sin decir qué significa eso.
A principios de agosto, el socio de Verde Asset Management, el megainversor Luis Stuhlberger, calificó de «riesgo de la República Bananera» la posibilidad de que las elecciones brasileñas tengan resultados ajustados, con posible impugnación si Bolsonaro es derrotado.
El socio y CEO de la gestora Armor Capital, Alfredo Menezes también ve un mercado “muy positivo” tras la primera ronda.
“Lo que parece es que habrá un Senado, y un Congreso en su conjunto, mucho más bolsonarista, lo que podría ser un problema para Lula si sale elegido, y sería favorable a Bolsonaro. Fue la gran sorpresa”.
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