El presidente venezolano Nicolás Maduro aseguró que a pesar de lo que él llama “asedio” a las refinerías, todavía se sigue produciendo el combustible propio.

“Luego de traer los repuestos por los caminos verdes, con más de 40 vuelos, nos costó tres veces más caro, y pudimos parar las refinerías y estamos produciendo la gasolina que necesita el país”, precisó Maduro.

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A su juicio, y por las navidades, el consumo de gasolina ha incrementado, por lo que su gobierno se encuentra en la búsqueda de un “punto de equilibrio”.

Insistió el gobernante que Estados Unidos robó tres millones de barriles de gasolina.

“Nos persiguen los barcos de la gasolina importada que necesitamos para complementar y aliviar el mercado interno”, sostuvo, para aclarar que aun con ello, “con el trabajo y el apoyo de la clase obrera petrolera y con el apoyo de la nueva Asamblea Nacional (AN) se va a lograr el equilibrio económico del país”.

“Con una nueva AN que enfrente el bloqueo, las sanciones y que salga a defender a Venezuela, vamos a tener mejores oportunidades para avanzar en la solución de este problema creado por las sanciones”, precisó Maduro.

Venezuela afronta una severa crisis de gasolina en donde, a pesar de lo dicho por el gobernante, largas colas de carros esperando para surtir el combustible se aprecian a lo largo de las principales ciudades del país.

Irán, socio económico y político de Maduro, ha enviado dos cargamentos con gasolina para intentar paliar la escasez. En tanto, las principales refinerías operan y se detienen, sin tener un trabajo ni producción estable.

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Maduro achaca la crisis a las sanciones de EEUU y la oposición a la desinversión, falta de mantenimiento y corrupción.