La mayoría de las personas han oído hablar de criptomonedas. Este tipo de divisa virtual, que está marcando tendencia dentro del mundo de inversión, cuenta con firmes detractores pero también fieles defensores.

Los influencers, youtubers y celebrities en general se sienten cada vez más atraídos por estos activos y no son pocas las figuras públicas que han reconocido en redes sociales su interés en invertir con criptomonedas. De hecho, la mayoría no han dudado en publicitar activamente la criptoinversión ante sus fans en los últimos tiempos.

Frente este panorama, la Comisión Nacional de Mercados y Valores (CNMV) está vigilando de cerca las transacciones que se hacen con este tipo de monedas. De hecho, puso en marcha a comienzos de este año la primera norma nacional y europea para poner coto a este fraude y llamar la atención a quienes promocionan estos servicios.

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En España, al futbolista Andrés Iniesta, que utilizó su perfil en Twitter (más de 25 millones de seguidores) para dar voz a una popular plataforma de inversión en activos digitales, ya le han llamado la atención. Otro de los casos más sonados conforme lo recoge un artículo de El Mundo, ha sido el de Kim Kardashian, que acaba de ser sancionada con 1,3 millones de dólares por promocionar criptomonedas sin revelar que estaba cobrando por ello.

En este sentido, el número de advertencias emitidas por la CNMV se disparó en 2021 hasta las 508, una cifra casi diez veces superior a las 53 de 2017. La apertura de estos 81 expedientes ha supuesto la revisión de un total de 741 piezas publicitarias, que incluyen además páginas web, y el envío de 136 requerimientos.

Un fraude que crece cada vez más

La CNMV está poniendo especial atención a los llamados «chiringuitos financieros», que son entidades que ofrecen y prestan servicios de inversión sin estar registradas en la autoridad supervisora correspondiente y, por tanto, no están autorizadas para operar en el mercado. El riesgo es que aparentemente prestan un servicio, pero realmente se trata de una tapadera para apropiarse del capital de sus víctimas con la promesa de que lograrán una alta rentabilidad.

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Asimismo, como indica un artículo de La Vanguardia, 2022 va camino de convertirse en el año en el que más monedas digitales se han robado: los hackeos que se han producido rondan un valor de 3.000 millones de dólares (3.100 millones de euros).

De acuerdo con los datos de Chainalysis, solo en octubre se robaron 718 millones de dólares (740 millones de euros) en criptomonedas de varias plataformas y se espera que este año supere a 2021 como el año de mayor piratería.