El periodista Gregorio Rojas tuvo la oportunidad de entrevistar al empresario y expresidente de Fedecámaras, Ricardo Cusanno, en un reconocido canal de noticias venezolano. A continuación se plasman las interrogantes planteadas por el Comunicador Social al también Abogado.

¿Cómo percibir este acercamiento entre gobierno y la OIT, estas reuniones, la formación de comisiones tripartitas? ¿Qué perspectivas le puede dar no solo al gremio empresarial sino al ciudadano de a pie?

Entendiendo que lo que está ocurriendo en este momento se está llevando a cabo en el país, en Caracas, este encuentro con la OIT, donde está el gobierno, sindicatos y empresarios. Es algo que se viene demandando desde hace casi dos décadas, por fin lo tenemos y ahora la asistencia técnica que permita construir políticas que hagan viable la generación de puestos de empleo decente, con buena remuneración pero que eso también haga efectiva la sustentabilidad y para eso, la única forma de que se construya es de la mano de una discusión tripartita con la asistencia técnica de la OIT.

En el pasado, se había logrado sin la asistencia pero visto el distanciamiento y las profundas diferencias cuando ha entrado la ideología en la construcción de políticas salariales que lo que hizo fue deteriorar, lamentablemente, el poder de compra del salario. Por eso hoy tenemos la necesidad de pedirle a un tercero que tutele esta conversación y, sin duda alguna, las expectativas es que de ahí puedan surgir políticas laborales, que generen puestos de empleo, mejores salarios, mejores condiciones para el trabajador y, por supuesto, que todo esto haga viables a las empresas, más productivas, más competitivas y que favorezca al ciudadano en su condición de consumidor.

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En algún momento del día, todos somos consumidores. Cuando vamos a una panadería, si hay más panaderías, hay más competencia, hay más posibilidad de conseguir mejor pan, a mejor precio porque hay competencia y hay más puestos de empleo. Si son bien remunerados, entonces hay más ciudadanos con posibilidad de ser consumidores en algún momento del día.

Habla de la asistencia técnica de la OIT, ¿Qué puntos terminan siendo resaltantes en los cuales puedan encauzar un acuerdo que beneficie a todas las partes?

En primer lugar y sin duda alguna, el diálogo social, construir política con diálogo social, que el salario no se determine de manera unilateral, sino que el salario venga estructurado por las realidades económicas del país. No es solo lo que tú piensas que debe ser el salario, es lo que implica la inflación, lo que implican las políticas monetarias, cambiarias y fiscales, pero también que se entienda que la legislación laboral tiene que favorecer los puestos de empleo, porque lamentablemente en el pasado, la forma de legislar, ha sido quizás con un visor únicamente y extremadamente politizado. Eso tiene que estar fuera la política; tiene que ver con cómo tú construyes el salario, que vaya de la mano de la productividad, pero para tener productividad necesitas políticas públicas que no son solo laborales. En esas condiciones técnicas tienes que insertar otro tipo de actores desde el punto vista económico, político y social.

¿Cómo analizar o cómo implementar en la discusión el tema de la inflación que, pareciera que se regula, se estabiliza y no ha sido tan explosiva, por otorgar un calificativo como en otros años, pero que sigue estando presente sobre todo en el interior y en las periferias del país?

La inflación es un mal con la cual tenemos luchando de hace muchísimo tiempo y es verdad que se ha controlado, pero también se ha controlado a costa de la restricción de la capacidad monetaria del país y en consecuencia, del crédito. Hoy tenemos un país sin crédito. Para los empresarios un país sin crédito significa no poder manejar flujo de caja, manejo y compra de inventario, abrir una nueva empresa, pero también para ciudadano.

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En la cartera tenemos una tarjeta que no sabemos para qué sirve, porque vas a comprar y el crédito no te sirve para absolutamente nada y eso le pasa toda la población. Una sociedad sin crédito es una sociedad que difícilmente evoluciona en materia económica y de manera positiva.

Eso obviamente si no se maneja con una política dirigida, la inflación se te puede ir de las manos, donde también tienes problemas de productividad, problemas de productividad que no viene exclusivamente, por cierto en el lapso de la imposición de las sanciones.

Los problemas de productividad, recordemos que en 1998, en Venezuela había más de 650.000 empresas según cifras oficiales del INE. Para el año 2014 al año 2014 había apenas unas 330.000. Eso es porque las políticas públicas fueron, vamos a decir, embriagadas del chorro petrolero que ingresaba por petróleo, por lo que descuidaron y en algunos casos, fueron hostiles hacia la generación de productividad interna de la empresa venezolana.

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Hay una carta que han suscrito personalidades de la vida nacional. Algunos opositores, economistas y empresarios, dirigida al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para pedir que se alivien las sanciones. Cuando se refieren a sanciones, ¿Es a todas o hacia el Estado venezolano propiamente?

Estamos hablando de las sanciones sectoriales y al Estado. No hablamos de sanciones personales. Es importante resaltar que las sanciones que fueron utilizadas como un mecanismo político para provocar presión para una negociación, también llegaron por una conducta. Las primeras sanciones que vive de amor la sociedad, desde el punto de vista económico, fueron unas malas políticas públicas implementadas durante casi 15 años y luego esos esas consecuencias se profundizan por estas sanciones. Para bien o para mal y yo creo que para mal. Ya todo el mundo, todos los venezolanos lo aceptamos.

La política monetaria venezolana se fundamentó en el petróleo y como eje principal de ingresos. Cuando se cierra esos ingresos, que ya venía en caída por el deterioro de la empresa PSVSA, la industria petrolera venezolana, por falta de mantenimiento, por miles de razones que todos conocemos y algunas veces, con poco orgullo resaltamos.

Cuando hay no hay manejo transparente, se generan este tipo de consecuencias, pero obviamente, las sanciones vienen a darle un cierre definitivo a la venta del petróleo a nuestros aliados y socios tradicionales, que es el Occidente del mundo, que los tenemos al lado. Esa carta lo que busca es que se reactive la actividad petrolera en Venezuela de manera transparente, importantísimo resaltarlo, con nuestros aliados naturales, con tecnología de punta y que todo eso no vaya a favorecer a una opción política o a otra, sino a la sociedad.

Para nadie es un secreto los problemas eléctricos que vivimos, quizás hay zonas del país que las viven menos que otras. Para nadie es un secreto de que tú te paras las 3 la mañana en tu casa y le das al grifo y posiblemente, no hay agua, pero para nadie es un secreto que el salario tiene las condiciones que tiene, que ir un hospital en Venezuela tiene unas consecuencias tremendas. Enfermarse en Venezuela ya es un drama en sí mismo.

 Ni hablar de lo que significa para un niño, en una zona que se aproveche lo que debería ser las ventajas del sistema educativo público, lo que son las escuelas, sus pupitres y los salarios de los maestros. ¿Por qué no aliviar, flexibilizar sanciones dirigidas para que los ingresos económicos vayan de madera monitoreada y tutelada, a estos aspectos relacionados a la calidad de vida de la gente.

Flexibilizar sanciones ¿Hasta qué punto? ¿Hay un punto mínimo?

Hay sanciones que son sectoriales, primarias, secundarias y después, está el famoso overcompliance, que es sobrecumplimiento de las sanciones. Como ejemplo, puede ser un banco del exterior que se niegue a tratar con clientes venezolanos, con tal de no meterse en problemas. Todo eso se tiene que ir solucionando.

¿Hasta qué punto? Creo que las sanciones se tienen que ir flexibilizando en la medida en que se les vayan solucionando los problemas de la gente en su cotidianidad y en paralelo, que en la medida en qué la alta política -y eso no nos compete a ciudadanos de a pie- logre acuerdos para un país de coexistencia democrática, donde se respeten las libertades políticas, económicas y sociales, donde pensar distinto no sea casi un horror y un terror, más allá del Twitter, que a veces es un poco escandaloso.

Un país donde podamos convivir con respeto. Las sanciones tienen que llegar a eso, institucionalidad en la que confíes, donde tú puedas tener independencia de poder, que vaya a un tribunal seguro de que van a administrar justicia, donde los ciudadanos -sin importar si es oficialista u opositor- vaya a hacer un trámite, desde una cédula hasta cualquier proceso administrativo. En definitiva, que las sanciones se utilicen para lograr un mejor país para todos.

Desde su perspectiva, una flexibilización de las sanciones, ¿Cómo cambia el mapa de un diálogo político de un lado y del otro lado, de un diálogo que ya se ha venido dando, entre gobierno y sector empresarial?

Desde el punto de vista político el punto político es un gran incentivo para que la mesa vuelva activar para que México, digo México por la ubicación, pero puede ser Machurucuto, Bogotá o Istambul, pero en todo caso, los acuerdos importantes que se construyan sean acuerdos entre venezolano y que quizás se formalicen en una forma de notaría con la comunidad internacional.

Desde el punto de vista empresarial, las comunicaciones que se crean, los espacios de discusión de propuestas, pero que al final hagan viable a la empresa, Además que, donde la industria venezolana nacional pueda definir cuál es su nueva ruta, desde el punto de vista de lo que está ocurriendo en el mundo y la modernidad, ¿Cuál es verdaderamente el puesto de empleo que se puede mantener abierto y que se puede reactivar? Que pueda ser competitivo a la industria venezolana, pero para eso hace falta eliminar el cerco legal.

Cuando tú ves las más de 150 leyes que le hacen un cerco de empresa privada, que no la incentivan, sino que más bien lo que hacen es que le obstaculiza un sano desarrollo… Para eso es que son las mesas de negociación.

Ahora que habla del cerco legal, ¿Impide la innovación, ¿Cómo se percibe en el sector empresarial? Hay una falta de innovación en Venezuela a partir de ese cerco legal que menciona?

Por supuesto. No solo de innovación, sino de poder ser competitivo hasta productos del exterior que ingresa que ingresa a Venezuela Por ejemplo, tú vas a un supermercado hoy, vas a comprar una pasta y tú crees que es pasta, porque parece pero está escrito en un idioma que no conoces, donde no hay una etiqueta de un permiso sanitario de alguien. Entonces, eso llega más barato que la producción nacional y la opción nacional, quizás puede mejorar para ser más competitiva en precio, pero tiene que enfrentarse a una legislación que verdaderamente punible, a una voracidad fiscal, creando cada vez nuevos impuestos, para subsanar el gasto público, pero con menos empresas. O sea, a los pocos que quedan vivos, tú les metes las mano en el bolsillo, cuando debería haber es una política de incentivos, que paguen menos tributos, pero que al final mucha más gente produciendo, muchas más empresas y mucho más trabajo. Que paguen menos tributos, pero que al final, la consecuencia es la misma: Más gente pagando un poco menos es lo mismo que muy pocos pagando mucho.

¿Atenta entonces esto contra la sensación de muchos que dicen que Venezuela se está arreglando?

Ese es casi un eslogan de TikTok, que se vuelve moda, que se vuelve moda según  la visión política.

La realidad no tapa ni oculta las verdades, pero son realidades. Para nadie es un secreto que hoy hay un poquito más de gente teniendo ingresos, que hoy hay un poquito más de gente teniendo oportunidades y esto es en todos los estratos sociales y todos los sectores del país, pero para nadie es un secreto que el drama, el problema estructural que vive el país: De servicios públicos, de crédito, salario, administración, educación y alimentación, en fin, de la gente que se para en la mañana a trabajar pero luego de estar en la parada, este no llegue porque hay menos autobuses.

De ese profesional o estudiante que no tiene posibilidad para comprarse un carro a crédito o de casarse y alquilar un apartamento… Esas realidades nadie las está ocultando, pero tampoco se puede negar que ha habido un impulso y un crecimiento, motivado por el ciudadano y no como se pretende hacer creer, motivado por el ciudadano, no necesariamente por dinero de procedencia dudosa. Aquí hay mucha gente trabajando y cuando uno visita las regiones; aquí hay campesinos, productores agropecuarios, industriales, haciendo de tripas corazón.

Jóvenes que están inmersos en la tecnología, con precariedad de internet, haciendo empresas, construyendo progresos, espacios de bienestar o vamos a negar el oficio de repartidores de delivery, un trabajo que surgió de la noche a la mañana y le están permitiendo llevar comida, lo que se traduce en un círculo virtuoso en la economía.

No obstante, eso no significa que el joven que está en la moto, no le afecten los servicios públicos. Esa es una realidad, pero también es una verdad de que el país ha mejorado un poco.

¿Qué tan necesario es el nombramiento es el nombramiento del TSJ para otorgar estabilidad o un rango mayor de estabilidad al país?

El TSJ es como el gran actor del sistema judicial, pero aguas abajo, viene una reforma de todo el sistema judicial y eso es importante porque, donde hay una justicia transparente, equilibrio, independencia de poderes, donde hay una justicia que está sustentada sobre capacidades técnicas. Esperemos que el nuevo Tribunal Supremo responda a magistrados que tienen trayectoria y estudios con los que puedan demostrar que tienen las condiciones para ser magistrado y que después de eso, van a trabajar por una justicia transparente porque eso genera seguridad jurídica, esta ofrece posibilidad de inversión que deviene en nuevas empresas. Estas a su vez, crean empleos, este promueve la competitividad y a partir de ella, haya abundancia de oferta.

Si tenemos alguna demanda o diferencia, con confianza podemos ir a ese tribunal a decir, “vamos a solucionar nuestro problema aquí” y sabemos que allí no habrá precios, sino procesos que nos van a dar una verdad para seguir conviviendo como ciudadano y el que se equivocó, pagará.