A comienzos de septiembre se han depositado volúmenes importantes de cobre de origen ruso no deseado en almacenes autorizados por la Bolsa de Metales de Londres (LME) en Alemania, Holanda y Taiwán, afirmaron dos fuentes conocedoras del asunto.

Dichos países occidentales impusieron sanciones a los bancos rusos y a los multimillonarios relacionados con el presidente Vladimir Putin tras la invasión rusa de Ucrania, en lo que Moscú calificó como una «operación militar especial», sin embargo, por ahora no hay restricciones a sus metales.

Nota relacionada El cobre se dirije a su mejor semana por la debilidad del dólar

Pese a esto, algunas fuentes del sector señalaron a Reuters que algunos consumidores han estado rechazando el cobre ruso, que está siendo enviado a almacenes conectados a la LME, un mercado de facto de último recurso para productores y consumidores.

«Muchos consumidores, no todos, no quieren el cobre ruso», dijo una fuente. «O se están autosancionando o sus clientes están diciendo que no quieren cobre ruso en sus productos».

Asimismo, Rusia produjo 920.000 toneladas de cobre refinado en 2021, aproximadamente el 3,5% del total mundial, de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos. El cobre se usa en las industrias de la energía y la construcción.

Del 15 de septiembre en adelante, las existencias de cobre en los almacenes de la LME en Róterdam, Hamburgo y Kaohsiung -de 14.800 toneladas, 24.825 toneladas y 22.800 toneladas– han subido un 225%, un 153% y un 26%, respectivamente, conforme los datos de la LME.

En líneas generales, las existencias de cobre de la LME han subido más de un 40% desde el 15 de septiembre, hasta las 145.525 toneladas. Las cifras son bajas en relación con la producción mundial de refinado, que es de 25 millones de toneladas este año, aunque las dos fuentes afirmaron que si la tendencia continúa y la mayor parte del cobre en los almacenes de la LME es ruso, la bolsa podría tener un problema.

El mayor y más antiguo mercado del mundo para el comercio de metales industriales lanzó la semana pasada un documento de debate sobre la posibilidad de prohibir que el aluminio, el níquel y el cobre rusos se negocien y almacenen en su sistema.

Nota relacionada EEUU impone nuevas sanciones a Rusia tras anexión ilegal de territorios ucranianos

«Para la mayoría de los metales de la LME, el porcentaje ruso (almacenado) comparado con el de otros metales de la jurisdicción se ha mantenido estable y relativamente bajo», dijo la LME en el documento de discusión.

«Para el cobre, sin embargo, el porcentaje ruso en comparación con el metal no ruso ha sido alto, alcanzando un máximo de más del 80% tanto en mayo como en agosto de 2022», agregó.

Asimismo, la LME dijo que los altos niveles de metal ruso en su red de almacenes «no es que no tenga precedentes». El máximo histórico para el cobre fue del 95% en el tercer trimestre de 2021, para el aluminio fue del 74% a finales de 2014 y para el níquel fue del 65% a principios de 2013.

Nornickel, uno de los mayores productores de cobre de Rusia, no quiso hacer comentarios. Ural Mining Metallurgical Company y Russian Copper Company, que también producen el metal en Rusia, no respondieron a las solicitudes de comentarios.