El cierre del 2019, el Banco Central estaba totalmente sumergido en una piscina de dólares. Sus arcas estaban copadas gracias a que para ese momento en el país se había aprobado la emisión de los eurobonos y todavía se estaban recibiendo recursos de la inversión extranjera, del turismo y de empréstitos internacionales.

Sin embargo, en el mes de marzo, el indicador reveló su nivel más bajo. Pasó, en dos años y tres meses, de un saldo de $9.267 millones a poco más de $6.300 millones; una diferencia de casi $3 mil millones. ¿Qué se hizo ese dinero?

De acuerdo con una conferencia de prensa sobre el tema de los combustibles este fin de semana, el presidente Rodrigo Chaves responsabilizó a la anterior administración de “gastar” $2.300 millones de las reservas internacionales en sostener artificialmente el tipo de cambio, y aludió a un “error de política pública” cuando la Reserva Federal tenía tasas de interés bajas, y la inflación global estaba contenida.

¿Cuál fue el problema y qué se hizo ese dinero?

Cierta parte del origen tiene que ver con un mayor requerimiento de dólares del sector público no bancario (SPNB); es decir, principalmente la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) y el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).

Cada mes ambas entidades deben asistir al mercado para comprar dólares y pagar la factura petrolera (cada vez más creciente en los últimos meses) y para atender el excelso endeudamiento en moneda extranjera que tiene la entidad eléctrica.

De acuerdo con el Informe de Coyuntura Económica del Banco Central emitido en enero pasado, el SPNB solicitó $2709,8 millones y el Ministerio de Hacienda otros $920 millones que tuvieron que ser atendidos con moneda extranjera. En el intercambio, el Central indicó el uso de $1.300 de las Reservas Netas para atender esas necesidades.

Es una tendencia que se mantiene. Tal como lo informó el Central el viernes en su último Informe de Coyuntura Económica, solo en abril pasado las reservas se redujeron en $89 millones más, producto de que el SPNB necesitó $358,8 millones. De hecho, no es lo único que las afecta.

Actualmente las reservas perdieron $42 millones por valoración de mercado y $28 millones por reducción en los depósitos de encaje legal.

Habitualmente, este tipo de variaciones mes a mes son compensadas con depósitos de Hacienda. En abril estos depósitos fueron por $298 millones, lo que implica que entró menos de lo que salió, y ese es el problema que se ha venido amontonando cada vez más y por el cual las reservas no han vuelto a niveles más elevados.

«Como no hubo temas de reactivación económica, no se pudieron reponer las reservas que se le iban vendiendo a Recope y al ICE, entonces es ahí donde Chaves dice que no hubo una buena política pública que generara los dólares que se necesitaban«, señaló el analista financiero Daniel Suchar.

El economista de Prival Bank, Vidal Villalobos, discurre que en efecto las reservas están bajas y eso deja al país en condiciones frágiles ante un ataque sobre el tipo de cambio; es decir, que de pronto haya un fuerte requerimiento de dólares en los mercados.

https://www.crhoy.com/site/generators/audios/index.html?audio=https://www.crhoy.com/wp-content/uploads/2022/05/Vidal-Villalobos.mp3&ids=1207065 Según los analistas, era de esperar que las reservas descendieran, debido a que se registra desde un nivel elevado en un momento de bonanza de divisas (producto de los eurobonos y la mayor disponibilidad de la moneda en el mercado local).

No obstante, es significativo tomar en cuenta que están en estos momentos por debajo del promedio natural que ya se había alcanzado previo a 2017, cercano a los $7 mil millones.