Los culrivadores brasileños producirán un mínimo de 50 millones y un máximo de 56 millones de sacos de café el próximo año, motivado a que las zonas de producción continúan viéndose afectadas negativamente por el clima, tal como lo señala un informe del analista independiente SpillingTheBeans.

Actualmente existen pocas estimaciones en el mercado sobre la cosecha del próximo año en el mayor productor y exportador de café del mundo. Algunos informes iniciales de los operadores de materias primas indicaban que la producción sería grande a pesar del año de descanso en el ciclo bienal del café arábica, sin embargo, la reciente evaluación de los expertos redujo las expectativas.

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La analista principal de SpillingTheBeans, Maja Wallengren, declaró en el informe publicado el jueves, luego de haber completado un recorrido por las fincas cafeteras brasileñas, que la mayoría de los árboles aún se están recuperando de los problemas climáticos extremos que afectaron al país el año pasado y esta temporada, como las heladas y la sequía.

«Hubo una defoliación masiva que dejó a los árboles inusualmente debilitados y sin la nutrición suficiente para sostener el desarrollo de las cerezas desde la floración», señaló, y agregó que los efectos climáticos de La Niña también están reduciendo la exposición al sol de manera significativa, un problema que reduce el rendimiento en la producción de café.

La proyección está en el extremo inferior de las estimaciones para la producción del próximo año en Brasil publicadas hasta ahora.

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Por su parte, el banco holandés Rabobank, por ejemplo, proyecta una gran cosecha de 68,6 millones de sacos.

El gobierno brasileño por ahora no ha publicado su primera estimación para la producción del próximo año. Proyectó la cosecha de 2022 en 50,38 millones de sacos de 60 kg, un aumento interanual del 5,6%, pero inferior a la proyección de mayo de 53,43 millones de sacos.