A lo largo de la historia hemos podido observar cómo a lo largo del tiempo los patrones de pago han ido desarrollándose y se hace cada vez más fácil su uso, sin embargo ¿las criptomonedas parte de esa evolución del dinero? ¿Cómo puede su uso impactar en las economías de los países?

Teniendo en cuenta la transformación del dinero. Tomamos como primer medio de pago el trueque, cuando las personas pactaban la compra de algún bien o servicio, y a cambio debían pagar con otro bien o servicio.

Al pasar el tiempo, este intercambio se fue tornando difícil por el transporte de las mercancías que implicaban las operaciones de compra y venta. En ese momento es cuando dan con un producto interesante por todas las personas y de fácil transportación, para ser usada como medio de pago; inclusive para la contraprestación de las personas por sus trabajos, de allí la palabra salario para referirse al sueldo de los trabajadores.

De acuerdo con unos historiadores, en el siglo VIII a.C. nacen las monedas metálicas en sustitución de la sal como medio de pago, mediante la acuñación de metales preciosos (oro, plata y bronce), y ante la necesidad del rey Lidio Giges de resolver el proceso de recaudación de impuestos.

Pero, mientras avanzaba el tiempo las personas no se mostraron seguras al transportarlas con ellos y los orfebres diseñaron cajas metálicas para protegerlas. A cambio, se les daba un papel que acreditaba su posesión, con el que se podía retirar la cantidad de monedas disponibles en su cuenta. Una modalidad un tanto parecida a la actualidad.

Asimismo, estos certificados fueron aplicándose sucesivamente para efectuar pagos sin necesidad de utilizar el metal que los respaldaba, lo cual dio origen al papel moneda o lo que hoy conocemos como billetes.

Poco a poco, el papel moneda fue anclado al elemento de más valor que era el oro. De allí nace el patrón oro como el sistema monetario que imperaría desde el siglo XIX hasta 1944. A través del Acuerdo de Bretton Woods, el entonces presidente de Estados Unidos Richard Nixon estableció la convertibilidad de la divisa estadounidense con el oro (a razón de 35 dólares por 1 onza de oro), y del resto de divisas con el dólar.

Comenzando de esta manera la era de la fluctuación de las divisas, donde el dinero no tiene un valor intrínseco, y está controlado y emitido por los bancos centrales de cada país, así como organismos supranacionales como el Banco Central Europeo para los países de la eurozona. Por ejemplo, el dinero de hoy, llamado dinero FIAT, no tiene ningún respaldo en términos de metales preciosos, sino que su valor descansa en la confianza de cada individuo de que será aceptado como medio de pago por los demás.

En el año 1991 dos señores de nombre Stuart Haber y Scott Stornetta tuvieron la visión de crear un registro digital de archivos ordenados cronológicamente que facilitara con exactitud conocer la fecha de su creación y auditoría, y que fuera tan privado que solo las partes intervinientes pudieran obtener información de ello. Es así como se da inicio a la tecnología blockchain, de la que tanto se escucha en estos días.

El nacimiento de las crypto

En el año 2008 es cuando comienza a tener notoriedad esta nueva tecnología. Debido al trabajo de un grupo de personas, que bajo el nombre de Satoshi Nakamoto crean el bitcoin, la primera criptomoneda.

Actualmente esta es la más conocida, con más inversiones y que ha logrado más captaciones, dando paso al nacimiento de otras criptomonedas como el ethereum, ripple, entre otras.

Hoy en día, existen 18.957 diferentes tipos de criptomonedas que en su totalidad suman una captación de mercado de $1.892 millones americanos.

¿Qué es una criptomoneda?

Es un activo digital que, mediante datos encriptados, funciona como medio de intercambio o medio de pago; sin embargo, desde sus inicios muchas personas lo han usado como medio de ahorro y hasta de inversión.

Las criptomonedas nacen como una revolución contra los procesos burocráticos de medios financieros o bancarios tradicionales, que por sus regulaciones escapan de la utilización de muchas personas y cuya lentitud en procesos genera una reacción adversa de los usuarios. En contexto, las criptomonedas puedes hacerte de un bien y/o servicio de manera inmediata, segura, transparente y auditable por las partes participantes en la operación, eximiéndote de los altos costes de la banca actual.

Sin embargo, no es cuestionable la capacidad de respuesta y las normas que aplican los bancos, debido a que al captar dinero del público están sometidos a miles de regulaciones por parte de los organismos del Estado. Esto frena la posibilidad de que se causen perjuicios a las personas, que bajo confianza han depositado en ellos sus recursos; por lo que deben siempre tener como visión es realizar la función de “un buen padre de familia” y cuidar los recursos de terceros, inclusive con más cuidado que los suyos propios.

Aceptación en las economías del mundo

Motivado al avance de las criptomonedas, y en especial el de bitcoin, muchos países a la fecha lo han aceptado como medio de pago, algunos las han reglamentado, otros pocos las han rechazado por temas internos, y otros se han limitado a no pronunciarse, por lo que estarían aceptándolas tácitamente.

El Salvador ha sido el primer país en darle la cualidad de “moneda de curso legal” al bitcoin, la ha reglamentado y, de hecho, ha creado beneficios fiscales para invitar a inversionistas a llevar sus fondos a través de la criptomoneda a ese territorio, hasta el punto de hablar de la primera ciudad bitcoin del mundo. Ya en otros países como Paraguay, Nicaragua, Argentina y hasta Panamá se han escuchado voces respecto a la posibilidad de aplicar la misma modalidad de El Salvador.

Asimismo, muchos bancos tradicionales ya han ido cambiando sus estructuras y procesos para crear nuevas líneas de negocios con base en las criptomonedas, tales como Bank Of América, BBVA, entre otros.

Por ello, las criptomonedas tienen sus detractores como la poca reglamentación respecto al cumplimiento normativo al que están sometidos los bancos, la llamada política de “Conozca a su cliente” que les obliga a revisar de manera exhaustiva el origen de los fondos y las transacciones realizadas a través de las entidades.

También, el lavado de dinero y el uso de fondos a través de criptomonedas para financiar actividades de terrorismo y corrupción han sido las más fuertes objeciones a la figura de las criptomonedas, por lo que su reglamentación cada vez está creciendo con más fuerza, y empresas de cripto-exchange como Binance, Crypto, Coinbase han endurecido sus políticas de Due Diligence –o debido cumplimiento– para revisar las transacciones que bajo su plataforma se realicen con criptomonedas.

La revolución digital, ha tomado un rol protagónico en la economía mundial actual, tanto así que muchos hablan de ser un destino de resguardo o protección de los recursos ante la inflación que azota a muchos países del mundo, la cual se ha visto acentuada a raíz de la pandemia.

Por otra parte, está siendo tomada cada vez con más seriedad como moneda e incluida en amplios comercios como forma de comprar productos y servicios; por lo que más pronto que tarde el resto de los países tenderán a reglamentarlas y a aceptarlas como una forma de la evolución de los medios de pago. Mediante esta reglamentación podrán no solo darles seguridad a sus transacciones, sino pechar fiscalmente a las personas que hagan transacciones bajo esta modalidad.

La aceptación y regulación de las criptomonedas como medio de pago, sin necesidad de convertirlas en moneda de curso legal, ayudarán a los países a modernizar sus economías, a hacerlas más seguras y a obtener fondos bajo la vía fiscal.