Ha comienzos de mayo del año pasado, la inflación ha venido en un alza acelerada. En su momento esto se explicó por el paro nacional. Sin embargo, se fueron sumando otros factores, como la crisis logística, el conflicto Ucrania – Rusia y la temporada invernal.
Por el momento, desde enero hasta abril, el alza en el IPC había sido de 5,66% y en el cuarto mes alcanzó 9,23%, siendo la cifra más alta en 21 años. Actualmente los analistas creen que para mayo la cifra se mantendrá alta, aunque se moderará su crecimiento. El dato anual se ubicaría entre 8,88% y 9,35%, conforme las entidades consultadas.
La razón por la que la inflación revelaría una ligera mejora en el dato anual es por la base estadística frente a mayo de 2021, cuando hubo un importante incremento.
En relación al precio de los alimentos, que en abril estaba en 26%, los analistas proyectan que siga alta. “Esperamos que la inflación de los alimentos siga alta, no tanto como el año pasado, pero sí subirían un poco más de 2%”, afirmó Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria.
A pesar de las proyecciones, este dato podría tener una sorpresa bajista. Camilo Pérez, gerente de investigaciones económicas de Banco de Bogotá, resalta que esperan que la inflación sea de 1,5% mensual para los alimentos; aunque podría llegar a estar incluso por debajo de 1%, con lo que la tasa anula podría descender por debajo de 9%.
Por su parte, Juan Pablo Espinosa, director de investigaciones económica de Bancolombia, señala que, gracias a las señales de moderación en el IPC de los alimentos, esa entidad disminuyó su pronóstico para mayo. “De acuerdo con estos cálculos, nuestro nuevo escenario base de inflación de alimentos para mayo es de 1,6% mensual. De concretarse, esta sería la lectura más baja desde diciembre”, dijo.
Con esto en mente, la inflación podría mostrar una disminución frente al dato anualizado de abril. Itaú tiene la expectativa más baja con 8,88% en el IPC anual y de 0,67% en el mensual.
Carolina Monzón, gerente de Análisis Económico de la entidad, señaló que hay un efecto importante relacionado con la base comparativa.
La canasta alimenticia ha expuesto mejoras en sus precios. Inclusive, de acuerdo con Luis Hernando Ríos, vocero de Corabastos, la entrada de algunas cosechas importantes como las de papa están impactando a la baja el precio. Declara que esto podría darse continuamente, incluso aunque los precios de producción se mantengan altos.
Expectativas a cierre de año
Con base en los pronósticos, los analistas difieren sobre el resultado a fin de año. Por ejemplo, Corficolombiana estima que, a diciembre de 2022, el dato sería de 9,8%, siendo el más alto. Espinosa destacó que, al cierre de año, espera una inflación más alta a la esperada y ahora cree que será de 9%.
Otros, como Itaú, tienen una perspectiva más moderada que se ubica en 7,6%, aunque “con sesgo alcista dadas las dificultades en las cadenas de suministro globales, y el ascenso de los precios de las materias primas”, dice Monzón.
Por su parte, Scotiabank Colpatria tiene un cálculo centrado ubicado en 8,5%. Olarte destaca que este escenario sería en caso de que no se suba el precio de los combustibles, ya que esto podría impulsar al alza el dato no solo de este año sino también el de 2023.
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