Opuesto a lo que se mostró en el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) en julio, para agosto este volvió a repuntar y reportó una variación positiva de 8,6% respecto al mismo mes del 2021.

Lo que se traduce en un aumento de 2,2 puntos porcentuales en relación a la ‘caída‘ que se había presentado en julio, la cual cayó a 6,4%, luego de llegar a presentar variaciones de casi 17% entre abril y mayo de este 2022.

En relación a la variación mensual, es decir el cambio que se presentó entre julio y agosto de este año, el indicador presentó una variación de 1,38%, más de 1,6 puntos más que en julio, cuando este fue de -0,31% respecto a junio.

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En cuanto a las actividades que más crecieron -diferente a las que más aportaron- estuvieron actividades como las financieras y de seguros (16,6%), información y comunicaciones (13,6%) y las industrias manufactureras y de construcción que lo hicieron en 12,4%.

En este sentido, de acuerdo con Piedad Urdinola, directora del Dane, las principales actividades que jalonaron el crecimiento fueron el comercio, transporte y almacenamiento, alojamiento y servicios de comida (1,6 p.p.); las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación y otras actividades de servicios (1,3 p.p.) y la administración pública y defensa, educación y salud humana que en su conjunto aportaron 4,1 p.p. a la variación anual.

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Las actividades terciarias, definidas por Urdinola como las más importantes de este indicador, aumentaron 9% para agosto de este año en comparación con 2021 y presentaron una contribución de 6,5 p.p. al crecimiento neto. En cuanto a su participación, esta llegó a 69,8%.

El sector secundario, si bien tuvo además un repunte de 11,5% respecto a hace un año, su contribución fue de tan solo 1,8 p.p. Por último, el primario, creció 2,6% anual y contribuyó 0,3 p.p. al crecimiento neto.

No se cumplen las previsiones de Ocampo

Como se pudo notar en el ISE para julio y se pensó en ese entonces, era posible que el país estuviera tomando el camino hacia una economía que decrece. No obstante, por lo menos para agosto, este no fue el caso. Si bien los pronósticos de instituciones como el Ministerio de Hacienda y el Banco de la república muestran resultados de crecimiento para 2022 sobre 6%, los de 2023 no son tan prometedores.

Solo hace menos de tres semanas, el Emisor proyectó para el próximo año un crecimiento general de la economía inferior a 1%. Cerca de esa tasa estuvieron los pronósticos del MinHacienda, quien agregó que el de este año, a pesar de las revisiones al alza, puede terminar por debajo de las previsiones.

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Entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) y Fedesarrollo, le apuesta a un crecimiento a pesar de bajo, más robusto. Mientras que el centro de estudios económicos prevé un crecimiento sobre 2,6%, las bancas multilaterales la sitúan levemente sobre 2,1%.

Bajo estas estimaciones, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, afirmó que era posible que julio fuera solo uno de los primeros meses en que le economía se ‘frene‘. A finales de septiembre, durante la rueda de prensa luego de la última subida de tasas de interés, Ocampo declaró que esto puede ser resultado de la política monetaria que adelanta el banco.

«Después de un rebote como el que tuvo la economía colombiana pre-covid, es normal que se frene y retome la senda que siempre ha tenido. En esta medida pues esperamos que con la caída del ISE también esto vaya de la mano con una menor inflación, la cual creo que ya tocó su pico».

José Antonio Ocampo