Sin duda alguna la propaganda ha formado parte de la estrategia informativa de Rusia en esta guerra. Por los momentos, el Kremlin ha justificado la invasión de Ucrania con argumentos que se basan en se está “liberando” al país vecino de los nazis, una teoría que parte de la población rusa cree a pies juntillas. Para lograr que cale esta idea, el gobierno de Vladimir Putin ha negado en las últimas semanas el acceso a numerosas redes sociales en el país y ha vetado algunos medios de comunicación, evitando que la información real y rigurosa pueda llegar a las poblaciones.

El profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Alexandre López-Borrull, muestra los elementos en los que Rusia ha basado su campaña de propaganda en torno a la invasión de Ucrania.

La desinformación intenta eliminar los símbolos para que parezca que el conflicto no existe», dice. «Intentó negar que el bombardeo del hospital de Mariúpol fuera realmente una maternidad diciendo que la embarazada que vimos en imágenes era, en realidad, una influente, como si no pudiera haber influentes embarazadas», expone.

De este modo, en el terreno informativo, Putin trata de crear un escenario compasivo, alejado de la realidad. Sin embargo, pese a los esfuerzos, está perdiendo la batalla en este sentido, debido a que el resto del mundo (y parte de los habitantes de Rusia) dan una credibilidad nula a las tesis oficiales del Kremlin. Estas son las razones por las que no ha calado la versión rusa de los hechos, de acuerdo con los especialistas.

  1. La batalla por el relato: la sociedad apoya masivamente a Ucrania

La encuesta de Euroskopia realizada en marzo de 2022 muestra que aproximadamente el 80% de los europeos considera inaceptable la invasión de Ucrania. En EE.UU., 8 de cada 10 habitantes apoya las sanciones económicas a Rusia, conforme al sondeo de la Universidad de Monmouth.

«Al inicio de un conflicto, lo más importante es la batalla por el relato, esto es, con quién está la sociedad y a quién culpabilizan y victimizan», indica López-Borrull.

Bajo esta línea se pronuncia Alberto Quian, profesor colaborador de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, que señala una de las claves: el uso que Zelenski hace de las tecnologías y canales de comunicación sociales de manera ordinaria. Esa cercanía del líder ucraniano, que utiliza las redes “como si fuese un ciudadano más», es un elemento decisivo en esta victoria moral, según Quian

  • Los bulos no funcionan sin polarización

Empresas de verificación como Newtral o Maldita.es ya han desmentido más de 100 bulos lanzados por el Kremlin. El ejemplo del hospital de Mariúpol es solo uno de ellos. Si bien en cualquier situación es importante comprobar los datos que ofrecen las informaciones, en un conflicto esta tarea se vuelve esencial, ya que la propaganda y los bulos se suelen viralizar muy rápido entre la ciudadanía.

No obstante, como señala la UOC, las llamadas granjas de trolls no están teniendo demasiado protagonismo en esta guerra. En el pasado, otros conflictos y situaciones difíciles, la desinformación se suele originar a menudo en estos lugares (Chalecos Amarillos, pandemia o elecciones a la presidencia de los Estados Unidos de 2016, por ejemplo). Sin embargo, la sociedad no está dividida en esta ocasión, sino que mayoritariamente se posiciona del lado de Ucrania.

«La eficacia está siendo baja porque, para que esta desinformación surta efecto, es necesaria una polarización de la sociedad, que es lo que convierte en virales estos bulos», sostiene López-Borrul.

  • Censura y represión

De acuerdo con el organismo independiente pro-derechos humanos OVD-Info, más de 15.000 ciudadanos rusos han sido detenidos por protestar contra la guerra. La censura y la represión se han endurecido desde que comenzó el ataque.

Putin no fue capaz de controlar este elemento: dijo que quería desnazificar Ucrania. Dijo incluso que Zelenski había huido del país. Quería bajar la moral de las tropas, pero en el campo de la información no ha logrado su propósito”, dijo López-Borrull.

«El relato completo sobre Zelenski ya se ha escrito, al menos en Occidente: si resiste, será declarado un héroe nacional y de las democracias occidentales; si es derrocado o muere, será mártir nacional y, por tanto, también un héroe», agregó Quian.

Además, durante años el presidente ruso ha tendido numerosos lazos con la ultraderecha europea. Pero, como señala López-, esos líderes «han ido blanqueando y disimulando aquellos lazos». Otro apoyo con el que contaba era China, que hasta ahora no ha respondido como Rusia esperaba, y también el de la misma ciudadanía rusa.

  • Sputnik y Russia Today dejan de operar en la Unión Europea

«En este tiempo de guerra, las palabras importan. Estamos presenciando propaganda masiva y desinformación sobre este escandaloso ataque a un país libre e independiente», comenzaba diciendo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el pasado 2 de marzo.

De este modo anunciaba las sanciones que la UE impuso a la agencia de información rusa Sputnik y cadena de televisión Russia Today. Ambos medios dejaban de emitir para Europa y sus cuentas en redes sociales quedaban suspendidas, lo que supuso que el último vehículo potencialmente propagandístico de Rusia se desconectase de Occidente.

A Rusia le ha quedado, con este escenario, poco territorio para convencer a los occidentales de los motivos de su invasión. Conforme al comentario de Quian, hay un frente más, el de la ciberguerra, «donde se intenta controlar, destruir o intervenir las redes de información», pero este frente se escapa al ciudadano común.

  • El fact-checking y la inteligencia de fuentes abiertas como apoyo al periodismo de guerra

Según Alberto Quian, «las redes sociales son un excelente canal para la desinformación, que forma parte de las clásicas estrategias propagandísticas, más en tiempos de guerra».

Así, la verificación de los datos o fact-checking es otro de los elementos valiosos con los que cuenta esta guerra.

Por una parte, es necesario informarse a través de medios que cuenten con reporteros, que están cubriendo una información que no solo presencian, sino que, verifican.

Por otra, existe la inteligencia de fuentes abiertas, es decir, datos accesibles para cualquier persona disponibles en múltiples fuentes, desde documentos de organismos oficiales hasta medios de comunicación, pasando por testimonios gráficos, lo que hace que muchos de los elementos propagandísticos puedan ser inmediatamente desmentidos.