La brecha entre el peso argentino oficial y el paralelo se está extendiendo luego de que el Gobierno comprara dólares a los exportadores de soja a una tasa más baja.

El contado con liquidación, un tipo de cambio implícito basado en la diferencia de precios entre las acciones argentinas y sus ADR, se debilitó un 7,5% desde un mínimo de septiembre a raíz de una política gubernamental que alentó a los exportadores de soja a vender sus cosechas. El Gobierno de la nación devaluó temporalmente el peso para la industria de la soja, desbloqueando las ventas de los agricultores que almacenaron frijoles luego de la cosecha de marzo a junio.

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En este sentido, esa política ayudó a reponer reservas que se encontraban en niveles arriesgadamente bajos a incrementar US$4.200 millones en las últimas semanas, asimismo, requirió que el banco central imprimiera dinero para dar a los agricultores pesos a cambio de su moneda fuerte. Eso ha llevado a que la brecha entre las dos tasas –un indicador de la demanda de dólares y una señal de que el peso oficial sigue sobrevaluado– se amplíe luego de un breve respiro en los últimos meses.

Por lo cual, la creciente brecha es un factor negativo debido a que reduce los incentivos para que quienes tienen dólares continúen vendiéndolos al tipo de cambio oficial. Los agricultores son el único sector que hasta ahora ha recibido una tasa preferencial, que expirará a fines de septiembre.

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En cuanto a los niveles actuales de impresión de dinero, el contado con liquidación podría debilitarse hasta los 324 pesos por dólar, de acuerdo con un informe de la corredora Portfolio Personal Inversiones. El contado con liquidación cerró el martes a 303 pesos por dólar.