El incremento de las tasas de interés empieza a ralentizar la economía canadiense, afirmó el Banco de Canadá, presionando a los hogares con elevadas deudas y a las personas que compraron hace poco una vivienda con una hipoteca a tasa variable.

“Llevará tiempo volver a un crecimiento sólido con una inflación baja, pero lo conseguiremos”, explicó la vicegobernadora, Carolyn Rogers, en un discurso en la Universidad de Ottawa.

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Por su parte, el banco central canadiense aumentó su tasa oficial en 50 puntos base a 3.75%, el nivel más alto desde el 2008 y proyectó que el crecimiento se detendrá desde el cuarto trimestre de este año hasta mediados del próximo.

Asimismo, Rogers afirmó que el banco vigila cómo la combinación de los altos precios de la vivienda y el elevado endeudamiento de los hogares afecta la estabilidad del sistema financiero.

“Ha aumentado el riesgo de que se produzca un desencadenamiento que afecte la estabilidad financiera a medida que las tasas suben”

Rogers

Agregó citando las reformas adoptadas para apuntalar el sistema: “Pero hay buenas razones para creer que el sistema en su conjunto puede capear este periodo de tensión y seguir resistente”.

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Los que más se veran afectados por los aumentos de tasas son los propietarios que compraron cuando los precios eran altos durante la pandemia con hipotecas de tasa variable, dijo Rogers, un número estimado en 670,000 personas.

Luego del informe sobre un aumento del empleo en octubre, la tasa de inflación anual de Canadá se mantuvo en 6.9%, igualando las previsiones de los analistas, mientras que las medidas de inflación subyacente fueron mixtas, de acuerdo con los datos publicados la semana pasada.