La inflación anual de los precios al consumidor en Reino Unido llegó a marcar un máximo de tres meses en enero, elevándose un 0,7%, al tiempo que los habitantes del país comenzaban su tercer confinamiento por coronavirus, y gastaron más en comida, videojuegos y otros entretenimientos desde su hogar.

Los economistas esperan que el índice supere el objetivo del 2% del Banco de Inglaterra a finales de este año a medida que expiren los recortes de impuestos temporales y un límite en las facturas de combustible de los hogares.

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Asimismo, los analistas consideran que los aranceles aduaneros y la interrupción del transporte causados ​​por la nueva burocracia posterior al Brexit podrían hacer subir los precios, sin embargo la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) dijo que aún no ve evidencia de eso.

Por otra parte, los rendimientos de los bonos del gobierno británico a 10 y 30 años extendieron su reciente escalada y alcanzaron brevemente su nivel más alto desde marzo de 2020 después de los datos del miércoles. 

En cuanto a los precios de los alimentos y bebidas aumentaron un 0,6% de diciembre a enero, en comparación con una caída del 0,2% en el mismo período del año anterior. 

Más datos mostraron que los precios de los muebles y artículos para el hogar cayeron un 1,5%, una caída menor que un año antes, en una época del año en la que normalmente hay grandes ventas estacionales.

Los costos de juegos, juguetes y pasatiempos fueron un 3.4% más altos que el mes anterior, lo que se suma sustancialmente a la inflación general.

Haciendo contraste, los precios de la ropa y el calzado cayeron más entre diciembre y enero en siete años, ya que los minoristas, con sus tiendas cerradas, intentaron deshacerse de las existencias.

Además, la ONS indicó que los precios de la vivienda en diciembre subieron un 8,5%, el mayor aumento anual en más de seis años. 

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Con información de Reuters

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