El Gobierno de Perú presentó el proyecto de ley del presupuesto público para 2022, el cual asciende a 48.000 millones de dólares y se estima que sea financiado con recursos ordinarios y priorizará educación, salud y agricultura.
Esta hoja de ruta económica fue defendida este jueves por el primer ministro del país, Guido Bellido, y el ministro de Economía, Pedro Francke, ante el pleno del Congreso. Esta premisa obtuvo la semana pasada el voto de confianza del hemiciclo peruano.
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Este proyecto de presupuesto, remitido al Legislativo para su debate y aprobación, tiene un incremento del 5,8 % en salud, del 7,9 % en educación y del 10,4 % en agricultura y será financiado principalmente con más 28.000 millones de dólares de recursos ordinarios.
El primer ministro destacó la asignación de más de 8.600 millones de dólares en educación, una cuantía que representa cerca de una quinta parte, 18,2 %, del presupuesto y con el que se prevé «brindar igualdad de oportunidades, recuperar los aprendizajes y hacer posible un retorno a las clases seguro».
Además, señaló que se destinarían más de 720 millones de dólares para atender la emergencia sanitaria del coronavirus, y subrayó la asignación de 1.500 millones de dólares «para fortalecer la competitividad de la actividad agropecuaria».
Bellido detalló que para aliviar los impactos económicos de la pandemia e impulsar la reactivación, el Gobierno prevé transferir 36 millones de dólares adicionales para ampliar la cobertura de programas sociales y enviar 115 millones de dólares a los gobiernos locales para crear más de 165.000 empleos temporales.
El ejecutivo también destacó la descentralización de la propuesta presupuestal y mencionó que los gobiernos regionales y locales tendrán un adicional de más de 1.265 y 850 millones de dólares, respectivamente, durante su ejecución.
Asimismo, los montos que se descentralizan a los gobiernos regionales y locales del país corresponden alrededor del 61 % del presupuesto.
Asimismo, Francke insistió en que las prioridades del presupuesto no responden necesariamente a las prioridades políticas del Gobierno de Castillo, pues aseguró que en algunos rubros «simplemente los mecanismos de impulso son distintos».
La minería, que es el sector que concentraría el menor porcentaje del presupuesto (0,1 %) y, según él, debe potenciarse con políticas que, entre otros, promuevan la resolución de los conflictos sociales y el diálogo con los inversores.
Por otra parte, Francke resaltó que el producto interior bruto (PIB) peruano ya recuperó en junio el nivel prepandemia, impulsado principalmente por la inversión privada y la ejecución de grandes proyectos de infraestructura.
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Con información de Efe
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