Dos buques cargados con combustibles y productos necesarios para aumentar la producción venezolana de carburante es lo que se estaría negociando actualmente en el alto nivel del Ejecutivo de Nicolás Maduro con el gobierno de Irán, su principal socio y aliado en materia petrolera.
Esto de acuerdo a la información obtenida por el medio local Banca y Negocios, que sostiene que esos cargamentos son parte del “objetivo medular de la gerencia de PDVSA” porque “sin importar que tan solidario sea el gobierno iraní, las dificultades para traer combustibles son cada vez más graves, debido a la estrecha vigilancia de Estados Unidos”.
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Según las fuentes del medio especializado, “uno de los objetivos más inmediatos que espera conseguir el gobierno durante el diálogo con la oposición en México es un acuerdo que permita la importación de combustibles y productos para la industria petrolera, en términos inmediatos”.
“La información indica que hay optimismo sobre este punto, básicamente por su impacto humanitario”, sostiene el medio.
Para César Mata García, abogado y magíster en derecho y política petrolera, la producción de gasolina en Venezuela está por debajo de los 50.000 barriles diarios.
Y antes, lamenta, Venezuela llegaba a producir hasta 450.000 barriles diario de combustible.
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