El huracán Laura, que se espera que golpee la costa estadounidense con vientos de categoría 4, amenaza los principales centros de refinado de petróleo de Lake Charles, en Louisiana, y Beaumont-Port Arthur, en Texas, donde cientos de plataformas tuvieron que ser desalojadas y podrían afrontar un cierre prolongado.

Desde la mañana del martes se llevan a cabo evacuaciones en las zonas de mayor riesgo, especialmente en la costa, donde el agua podría subir hasta tres metros. Las autoridades de Texas habilitaron varios refugios de emergencia, con medidas para evitar la propagación del coronavirus.

La costa estadounidense ya estaba bajo la amenaza de la tormenta Marco. Ambos fenómenos meteorológicos provocaron la suspensión de cerca del 84% de la producción petrolera en el golfo de México, después de que varias compañías del sector evacuaran 299 plataformas en esa zona, según datos de la agencia estadounidense BSEE. También se suspendió cerca del 61% de la producción de gas natural.

En su camino actual, Laura probablemente causará entre USD 6.000 millones y USD 18.000 millones en pérdidas, según Chuck Watson, modelador de desastres de Enki Research. Alrededor del 10% al 12% de la capacidad de refinación de Estados Unidos podría cerrarse durante más de seis meses, dijo.

“Va a ser un duro golpe y va a causar algunos impactos devastadores”, dijo Jim Rouiller, meteorólogo principal de Energy Weather Group. “Luisiana va a sufrir muchos daños con esta tormenta”.

Las refinerías y las plantas petroquímicas de la Costa del Golfo a menudo están ubicadas en áreas bajas, vulnerables a las inundaciones. En 2017, una planta química de Arkema SA a unos kilómetros al este de Houston se incendió y explotó después de que fuera inundada por el huracán Harvey. En septiembre pasado, Exxon cerró su refinería Beaumont en Texas debido a las inundaciones causadas por la tormenta tropical Imelda.

En tanto, la consultora S&P Global Platts advirtió que casi la mitad de la capacidad del país para producir etileno, un elemento clave en la fabricación de plásticos, podría cerrarse si el centro petroquímico del Golfo fuera golpeado en el lugar neurálgico. Hasta el martes, los fabricantes de productos químicos en el sureste de Texas y Louisiana, ya habían recortado un 20%, según reportó el Wall Street Journal con datos de IHS Markit.

 

 

 

 

Con información de Infobae