El gasto de los consumidores estadounidenses, que representa más de dos tercios de la actividad económica del país norteamericano, se disparó en junio, un 1,0%, según el Departamento de Comercio.

Este avance se atribuye a las campañas de vacunación contra el Covid-19, las cuales impulsaron la demanda por servicios relacionados con viajes.

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Por otra parte, el aumento reflejó una subida de precios, con la inflación anual aún más sobre el objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal.

Casi la mitad de la población se ha vacunado contra virus, lo que permite a los estadounidenses viajar, frecuentar restaurantes, visitar casinos y asistir a eventos deportivos, entre otras actividades relacionadas con los servicios que se vieron frenadas al principio de la pandemia.

En ese sentido, los datos señalan que el gasto en servicios avanzó un 1,2% en junio. El aumento generalizado estuvo liderado por el gasto en restaurantes y hoteles.

Con la demanda superando a la oferta, la inflación está aumentando.

El índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE), que excluye los componentes volátiles de los alimentos y la energía, subió un 0,4% en junio tras avanzar un 0,5% en mayo.

En los 12 meses transcurridos hasta junio, el índice de precios PCE subyacente se disparó a un 3,5%, el mayor aumento desde diciembre de 1991, tras subir a un 3,4% en mayo.

El referente es la medida de inflación preferida por la Reserva Federal para su objetivo flexible del 2%.

«Los riesgos a la baja siguen siendo grandes. El regreso de los confinamientos por el aumento de las infecciones es poco probable, pero no puede descartarse. También hay riesgos al alza, especialmente teniendo en cuenta todo el ahorro adicional desde la primavera de 2020», dijo Scott Hoyt, economista senior de Moody’s Analytics.

Otros datos que excluyen la inflación indican que el gasto de los consumidores repuntó un 0,5% en junio tras caer un 0,6% en mayo. El rebote del llamado gasto real de los consumidores el mes pasado lo sitúa en una trayectoria de mayor crecimiento de cara al tercer trimestre.

Los ingresos personales ganaron un 0,1% en junio, tras caer un 2,2% en mayo, debido al descenso de las transferencias del gobierno. La tasa de ahorro se redujo a un 9,4%, todavía alto, desde el 10,3% de mayo, lo que debería apuntalar el gasto a medida que el flujo de dinero del gobierno se agota.

Los hogares acumularon al menos 2,5 billones de dólares en exceso de ahorro durante la pandemia. Los precios récord de la bolsa y la aceleración de los valores de las viviendas están impulsando también la riqueza de los hogares.

Además, los salarios están aumentando porque las empresas compiten por los escasos trabajadores.

En otro informe, el Departamento de Trabajo dijo que su Índice de Coste del Empleo, la medida más amplia de los costos laborales, subió un 0,7% el pasado trimestre después de ganar un 0,9% en el periodo enero-marzo. La tasa interanual fue del 2,9%, la mayor desde el cuarto trimestre de 2018.

Los sueldos y salarios subieron un 0,9% tras dispararse un 1,0% en el primer trimestre. El alza interanual fue de un 3,2%, la mayor desde el segundo trimestre de 2008.

 

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Con información de Reuters

 

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