La recontratación de trabajadores despedidos temporalmente continuará impulsando la recuperación del mercado laboral estadounidense en los próximos meses, pero Goldman Sachs proyecta que casi una cuarta parte de esos despidos serán permanentes

Durante los primeros meses de la pandemia, los empleadores eliminaron a este lado del Atlántico más de 22 millones de nóminas. Sin embargo, inicialmente la mayoría de los despidos se consideraron temporales. De hecho, más de 18 millones de personas fueron clasificadas como desempleadas temporalmente en abril, la mayor cantidad jamás registrada.

A medida que las economías estatales comenzaron a reabrir, la recontratación de muchos de esos trabajadores ayudó a impulsar el repunte del mercado laboral en mayo, junio y julio. Con más de 9,2 millones de desempleados temporales, «el mercado laboral parece estar preparado para registrar mayores mejoras hasta finales de este año», señaló Joseph Briggs, economista de Goldman Sachs, en informe distribuido entre sus clientes.

No obstante, Briggs avisó que «otros patrones sugieren que las perspectivas de recontratación de los trabajadores despedidos temporalmente comenzaron a deteriorarse en julio». Goldman Sachs ahora anticipa que casi una cuarta parte de los despidos temporales se volverán permanentes. Aproximadamente 2 millones de esas personas podrían permanecer desempleadas hasta bien entrado el próximo año.

Si bien la tasa de transición de despidos temporales a permanentes sigue siendo históricamente baja, la cifra casi se duplicó de junio a julio. Goldman espera que ésta aumente aún más a medida que se agotan los estímulos, especialmente los fondos del Programa de Protección de Nóminas para pequeñas y medianas empresas.

 

 

 

 

 

 

Con información de El Economista