Después de casi 150 días de confinamiento estricto impuesto por las autoridades en la ciudad de Wuhan, China, el impacto de la pandemia de Covid- 19 continúa afectando los negocios, como al principio.

Gran parte de Wuhan parece haber vuelto a la normalidad. Las calles están surcadas por autobuses y taxis, los restaurantes tienen comensales y los parques temáticos están llenos de visitantes que aprovechan la decisión del gobierno no cobrar tarifas de ingreso. El martes, las 2.800 escuelas intermedias, primarias y jardines de infancia de la ciudad abrieron sus puertas a 1,4 millones de alumnos, según el gobierno local.

Pero incluso cuando las actividades económicas y sociales se normalizaron superficialmente, los testimonios de residentes locales indican que el daño económico podría tardar meses y hasta años en restablecerse.

“Las ganancias son muy escasas… todavía estamos tratando de compensar las pérdidas”, dijo Wang Dandan, ciudadano chino que se mudó a Wuhan justo antes de la pandemia a trabajar en el sector hotelero. “El propietario nos ha instado muchas veces a que paguemos el alquiler, pero ahora no podemos permitirnos hacerlo, realmente no tenemos dinero”.

Los hoteles del centro de la ciudad, que al principio del brote sirvieron como hospitales improvisados y espacios para el personal de salud, la tasa de ocupación volvió alrededor del 90% del nivel en el que estaban el año pasado para la misma época, pero el precio de la habitación cayó en un 50%, hasta un promedio de USD 29 la noche.

El producto interno bruto de Wuhan se contrajo un 20% en la primera mitad del año, mientras que las estadísticas oficiales registraron unas 4.000 muertes como consecuencia del Covid-19.

Muchas tiendas, farmacias, restaurantes y cibercafés, continúan cerrados y cubiertos con carteles que anuncian su alquiler o venta. En un restaurante de albóndigas dirigido por una pareja de la provincia de Heilongjiang, uno de los propietarios contó, que el pequeño restaurante reanudó sus actividades en mayo cuando pensó que la situación era segura. Sin embargo, se quejó de que el volumen de negocios se había reducido a la mitad en comparación con los días previos a la pandemia.

“No sé si es porque la gente ya no quiere salir a comer, o es porque no tienen mucho dinero después de varios meses sin trabajo”, dijo la mujer, que se identificó con el apellido Xu.

Con información de Infobae