Jesús Herrera. Uber perdió unos 4.711 millones de dólares en el primer semestre del convulsivo 2020, gracias a la crisis generada por la pandemia de Covid-19 que condujo a una inmensa reducción en la movilidad.

La firma, con sede en San Francisco, California; registró entre enero y junio 5.784 millones de dólares, lo equivalente a un 7,6% menos que el mismo periodo el año pasado, y los accionistas dejaron 2,72 dólares por título.

Uber, que se ha posicionado como representante de la economía colaborativa, ha notado que su actividad principal, que es el transporte de pasajeros, se desplomó en los peores meses de la pandemia, por lo que apostó por otros servicios alternativos, como entregar comida en delivery y hasta mercancías, para tratar de alivianar la carga.

En tanto, durante el segundo trimestre, la facturación de Uber cayó en 67% interanual, para situarse en 790 millones de dólares; un golpe bastante fuerte, incalculable hace seis meses, cuando los viajes con la empresa se mantenían a buen ritmo y eran la principal fuente de ingresos de la compañía.

Pero por la crisis, ahora es Uber Eats, el servicio de entrega delivery, que en medio de la pandemia creció un 103% con relación al 2019 y hasta el momento ha facturado unos 1.211 millones de dólares trimestrales, dejando muy atrás al transporte de personas.

Al trasladarnos a Wall Street, las cuentas de Uber remarcaron en la decepción, pues las acciones dejaron un 1,84%, unos 34,12 dólares por títulos en sus operaciones electrónicas luego del cierre del mercado.

Con información de Banca y Negocios.