El banco central turco subió el jueves su tasa de interés principal en 750 puntos básicos, por encima de lo esperado, hasta el 25%, lo que provocó un inusual repunte de la lira y señaló una nueva determinación para abordar el repunte de la inflación como parte de un giro político más amplio.

El sorpresivo movimiento dejó la tasa en su nivel más alto desde 2019 y envió a la moneda turca a su cota más elevada desde mediados de julio.

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El comité de política -que incluye a tres integrantes que participan por primera vez y que se considera que tienen sesgo alcista- repitió que seguirá con el endurecimiento «tanto como sea necesario de manera oportuna y gradual» para enfriar la inflación, que se disparó a casi el 48% el mes pasado.

Según los analistas, la medida es el paso más claro hacia una política más ortodoxa tras años de heterodoxia bajo la presidencia de Tayyip Erdogan, y debería ayudar a frenar las expectativas inflacionarias.

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La lira había tocado nuevos mínimos históricos casi a diario en las últimas semanas, incluso en los minutos previos a la decisión política. Sin embargo, a las 1205 GMT ganaba más de un 3%, a 26,41 unidades por dólar.

Las acciones de los bancos turcos subieron casi un 10%, impulsando la bolsa de Estambul, mientras que los bonos del Estado denominados en dólares subieron más de 2 céntimos, según datos de Tradeweb.

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Los economistas esperaban una subida media de 250 puntos básicos desde el 17,5% y algunos incluso esperaban una medida más moderada, dado que el banco no cumplió las expectativas en los dos últimos meses.

La encuesta, realizada la semana pasada, mostró que no se esperaba que las tasas subieran al 25% hasta fines de año.

Fuente: Reuters.