El buque Nabarima, que amenazaba con destruir el ecosistema marino del golfo de Paria con un derrame petrolero, ya está en posición vertical y no tiene señales de hundimiento, aunque los planes de transferir el crudo que almacena sí suponen un riesgo para la naturaleza.

Así lo dijo el ministro de Energía de Trinidad y Tobago, Franklyn Khan , quien en una entrevista con la televisión local anoche dijo que la nave estaba “en posición vertical y estable, sin inclinación inmediata” y además dijo que su mantenimiento se estaba realizando satisfactoriamente.

“El método actual con el que están descargando el barco es un proceso de transferencia tedioso y esto plantea un mayor riesgo de un incidente ambiental”, dijo Khan a CCN TV 6 de Trinidad.

El buque petrolero Nabarima, que forma parte de la empresa mixta Petrosucre, que comprende a Pdvsa y la italiana Eni, se inclinó durante las últimas semanas y estuvo a punto de derramar crudo sobre el mar.

Petrosucre ha estado inactiva desde que Estados Unidos sancionó a Pdvsa a inicios de 2019.

Sin embargo, el Nabarima sigue cargado con 1,3 millones de barriles de crudo Corocoro. Las imágenes recientes han reflejado al buque bastante inclinado, causando alarma entre los ambientalistas,

El Nabarima está anclado en el golfo de Paria entre el este de Venezuela y Trinidad.

Pdvsa, que no ha respondido a comentarios, tiene previsto descargar parte de ese crudo almacenado al buque ícaro, con capacidad para 600.000 barriles, y los entregará en el puerto de Amuay, de acuerdo a un documento interno de la empresa al que tuvo acceso Reuters.

De acuerdo al documento, la transferencia está planeada para pasar unos 10.000 barriles diarios de crudo a un barco inmaculado, encargado de llevar la carga al Ícaro.

Con información de Reuters