Los pedidos de nuevos subsidios por desempleo en Estados Unidos registraron una leve baja la semana pasada, sin embargo los pedidos de ayuda continúan siendo altos en vista de que la recuperación económica se limita por los rebrotes del coronavirus.

A estos factores se le suma la incertidumbre sobre los resultados las elecciones presidenciales que se llevaron a cabo el martes, las cuales no han generado un ganador oficial. Lo que supone un retraso sobre un nuevo paquete de estímulo fiscal contra el virus por parte del gobierno.

Las solicitudes iniciales de beneficios estatales de desempleo totalizaron 751.000, ajustadas estacionalmente, en semana que terminó el 31 de octubre, lo que se compara con las 758.000 de la semana anterior, dijo el jueves el Departamento de Trabajo.

Aunque las solicitudes de desempleo por primera vez han bajado de un récord de 6,867 millones en marzo, siguen estando por encima del pico de 665.000 de la Gran Recesión de 2007-09.

En tanto, un reporte del miércoles había mostrado que las nóminas privadas aumentaron menos de lo esperado en octubre y que la actividad en la industria de servicios se está enfriando.

En vista de las tensiones y la desesperanza, los estadounidenses se enfocan en la decisión de la Reserva Federal para bombear más dinero en la economía. El jueves concluye la reunión de política monetaria y se prevé que el banco central de los Estados Unidos mantenga las tasas de interés cerca de cero.

De igual forma, el viernes se publicará el informe de empleo del gobierno, y se espera que muestre que las nóminas no agrícolas aumentaron en 600.000 puestos de trabajo en octubre, después de haber subido 661.000 en septiembre, según una encuesta a economistas de Reuters.

Los expertos aseguran que la aparición de las nuevas infecciones por coronavirus en todo el país, los resultados inciertos de las elecciones, el retraso de nuevas ayudas por parte del gobierno, más la poca demanda por servicios como viajes aéreos, alojamiento en hoteles y membresías en gimnasios, restaurantes y bares, pesarán de manera increíble sobre la restauración económica de Estados Unidos a corto y mediano plazo.

La industria de los servicios, que representa más de dos tercios de las finanzas estadounidenses, ha sido la más afectada por la pandemia, lo que dificulta la recuperación de los 22,2 millones de empleos perdidos durante la crisis.

 

 

 

 

Con información de Reuters