Carlos Salazar, el director de la Federación Venezolana de Licores (Fevelicor), señaló que el sector de los licoreros necesita trabajar y ser incluido en la medida de flexibilización llamada 7+7 que lleva adelante el gobierno de Nicolás Maduro. Afirma que en la gran mayoría “dependemos de los ingresos de nuestros negocios”.
“Dependemos de una situación adversa del país. Nadie estaba preparado para esto. Tenemos el hecho de que estamos en una situación de hiperinflación también, la disminución del poder adquisitivo, y necesitamos trabajar. Es un tema nacional también”, indicó, en una entrevista con TheMoneyPost.
Incluso a horario limitado, señala Salazar, “porque comprendemos la situación y las condiciones de una reapertura en estas circunstancias. Estamos enfocados en darle enseñanza al usuario en torno a la prevención que es lo más importante, es lo que hacemos nosotros”.
Afirma que son parte de la solución al tema de la pandemia porque pueden contribuir a hacer llegar los mensajes que terminen con la diseminación del coronavirus en Venezuela.
“Si tú permites que el comercio legal esté abierto, vas a tener un grupo aliado para que la educación y la prevención en físico se dé, hablando con las personas, porque es un trabajo en equipo, porque se tiene que conjugar lo público con lo privado y es una práctica para que tengamos la responsabilidad de contribuir para diseminar el virus”, señaló.
Trámites y peticiones
Como representante del gremio, Salazar dijo que se han elevado las peticiones ante los organismos y autoridades chavistas para poder trabajar. “Hay cosas que se están canalizando”, adelantó.
“Eso se hizo en Vargas, hay estados que están trabajando y aspiramos que se vayan reestructurando. Las dos zonas o partes, Miranda y Libertador, han sido los más complicados. Hay relaciones con el gobierno”, señaló, sin brindar mayores detalles.
Por tanto, recalcó: “Estamos preparados y listos para la reapertura, pero necesitamos el visto bueno”.
Venta ilícita
En tanto, Salazar aseguró que la venta ilegal o clandestina de licores se ha consolidado porque los comercios legalmente constituidos están cerrados desde hace más de 200 días. A su juicio, esa situación puede derivar en un tema aún peor que la pandemia: un problema de salud pública.
“En la medida que nosotros estamos cerrados se sigue consolidando el comercio ilícito y las bebidas adulteradas, que en los últimos tres años ha generado una cantidad de víctimas mortales considerable para la población. Las bebidas adulteradas perjudican a tu salud. Tú como Estado debieras estar invirtiendo en el tema de la pandemia, y vas a tener que invertir en el tema de la salud pública por el caso de las bebidas adulteradas. Esto va más allá de la situación de los trabajadores, que necesitan trabajar para garantizar la estabilidad en sus familias”, comentó.
Consultado para conocer su postura, Salazar enfatizó que, en efecto, los que comercian licores clandestinamente los adquieren “por debajo de cuerda”.
“No sabemos exactamente cómo lo pueden estar consiguiendo, no te podría dar una información veraz. Lo que podemos decir es que está en el mercado, hay producto y hay venta clandestina”, dijo.
Apuntó que ese comercio ilícito se podría contrarrestar con los negocios legalmente constituidos trabajando. Además, dice, pueden garantizar “los sueldos de los trabajadores de esta actividad comercial y se puede garantizar los alimentos de nuestras respectivas familias”, y por tal razón, pide que el gremio sea incluido en el 7+7 del Ejecutivo de Maduro.
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