El inicio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, ha puesto al descubierto, no sólo las diferencias políticas de cada una de estas naciones, sino de quienes apoyan a cada bando, pero lo importante parece ser no quedarse en esta discusión bizantina, sino ver como se abrió una especie de caja de pandora, la cual no sabemos que nos va a deparar.

Esta situación ha puesto al descubierto varios puntos de interés para la comunidad mundial, pues esta acción beligerante la disputan los dos países con mayor producción de trigo a nivel mundial y como todos sabemos el trigo es, el pan de la vida, hasta el momento, los campos de producción no han sido afectados, quizás entre otras razones por lo “inteligente de esta guerra”. (a este nivel de justificación como seres humanos hemos llegado).

También ha puesto al descubierto, todas las debilidades las cadenas de suministros, que van desde los retrasos en las entregas de alimentos, mercancías secas, repuestos, etc., hasta situaciones tan incongruentes como el aumento de la demanda de crudo y sus derivados, para el “reseteo” de la economía mundial, después de pasara por casi dos años de paralización, debido a la pandemia que afectó al globo terráqueo y sus actividades.

Hace dos años, en el punto álgido de la pandemia, la principal corporación petrolera británica British Petroleum (BP) en su informe anual y en sus proyecciones a futuro, indicó que la demanda mundial de petróleo había alcanzado un máximo de unos 100 millones de bpd en 2019, y que a partir de entonces sólo iba a descender por los efectos de la pandemia y la aceleración de la transición energética.

El cambio en su momento vislumbrado, lo pivotaron en la importancia que de acuerdo a sus análisis iban a tomar, las Energías Alternativas apostando con fuerza que el mundo iba a dar un cambio tan acelerado hacia la electrificación del transporte.

Sólo dos años después, en este 2022, es cuando BP admite que puede haber subestimado la sed de petróleo del mundo, aunque se aferra heroicamente a su previsión a largo plazo de una electrificación del transporte, acabará marcando la era del pico de la demanda de petróleo.

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A diferencia los bancos de inversión, por su parte, previeron el repunte de la demanda porque era lo natural tras la depresión pandémica provocada por todos los cierres. Lo que no tuvieron en cuenta en su análisis, por lo imposible de prever, fue el alcance y la velocidad del repunte.

Es interesante observar que incluso hace tres o seis meses, mucho antes de que la guerra entre Rusia y Ucrania, se convirtiera en un factor del potencial alcista de los precios del petróleo, la Administración de Información Energética pronosticó recientemente que la producción de petróleo en el Pérmico, cuenca ubicada en Estados Unidos de América, alcanzaría un récord pero eso no parece suficiente para compensar el desequilibrio petrolero mundial, ya que muchos productores estadounidenses señalan que no están dispuestos -o no pueden debido a la escasez y los retrasos- a aumentar la producción.

En Canadá, la producción está aumentando, y según el primer ministro de Alberta, Jason Kenney, el total del país podría aumentar en cerca de 1 millón de bpd, pero esto aún no ha ocurrido. En Brasil, la producción también está en aumento, pero hasta ahora no ha logrado marcar la diferencia en el departamento de precios.

Por supuesto, las razones de esta situación de precios son, en primer lugar, las sanciones contra Rusia, que resulta ser el mayor exportador de petróleo y combustible del mundo y, en segundo lugar, la incapacidad de la OPEP para producir todo lo que acordó debido a los problemas crónicos de algunos miembros del cártel, destacando las sanciones impuestas por USA a Irán y Venezuela.

Mientras tanto, los dos miembros de la OPEP que tienen suficiente capacidad de reserva para compensar la pérdida de barriles rusos, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, se resisten a utilizarla, sin duda, por el beneficio que representa para sus arcas los altos precios.

Lo último que ha hecho Estados Unidos de América, el mayor consumidor del mundo es poner límites a las exportaciones, manejando esta opción, con la intención de una reducción de los precios internos, algo que está por verse, ya que los precios por Galón de combustible continúan en alza. Además, esta estrategia tiene como consecuencia, que empujaría aún más los precios internacionales y tal vez perjudicaría la amistad de Washington con sus socios de la Unión Europea.

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Estos parecen ser todos los ingredientes necesarios para crear una tormenta petrolera perfecta, La situación es peor de lo esperado y lo más preocupante, lo seguirá siendo durante un tiempo porque no hay una solución rápida.

Sin embargo, ante este oscuro panorama, todavía brilla una luz esperanzadora, al final del túnel, ya que existen cuatro naciones que podrían ayudar a resolver esta situación critica de combustible a nivel mundial.

Las refinerías de Oriente Medio podrían procesar unos 8,8 millones de bpd de crudo el próximo año. hay países de Oriente Medio ampliando su capacidad de refinación. Este aumento equivale aproximadamente a la cantidad de combustibles rusos que la Unión Europea ha embargado.

Arabia Saudí está ampliando la refinería de Jazan, planeando aumentar su unidad de producción a más de 200.000 bpd, a partir del primer trimestre de 2023, Mientras tanto, Kuwait está construyendo una nueva refinería, Al-Zour, será una de las mayores de Oriente Medio cuando entre en funcionamiento, con una capacidad de 615.000 bpd.

Omán también está construyendo una nueva refinería y lleva retraso en el calendario, según el informe de Bloomberg. La instalación de Duqm, tendrá una capacidad de 230.000 bpd cuando esté terminada, lo que se espera ahora para finales de marzo de 2023.

Irak está trabajando en tres proyectos de refinerías, entre los que se incluyen una mejora de una instalación existente en Basrah, una nueva refinería de 140.000 bpd en Karbala, que está previsto que entre en funcionamiento este año, y una nueva instalación en Faw, con una capacidad de 300.000 bpd.

Bahrein también participa en el aumento de la capacidad de refinado en Oriente Medio con la mejora de su refinería de Sitra, que se espera que esté terminada el año que viene, aumentando la capacidad de la instalación a 400.000 bpd.

Sin embargo, el enfoque de la Unión Europea está dirigida a buscar una estrategia para mantener un control del suministro de crudo y sus derivados, previendo un largo y cruento invierno y han profundizado su alianza estratégica, con USA, comprándole ingentes cantidades de crudo, de sus derivados y de gas, dejando a un lado seguir explotando, por intermedio de la técnica del Fracking, esos recursos que, aunque en menor cuantía, todavía quedan en sus territorios.

Esto es motivado a una política de la Unión Europea, de prohibición de la técnica de la Fracturación Hidráulica, para la obtención de petróleo y gas, esto ha generado un enfrentamiento contra quienes creen que, si se levanta esta medida, los bolsillos de los europeos se verán menos resentidos, entre otras razones por lo costoso que se hace el combustible y por ende toda la cadena de distribución en los procesos de distribución en especial la de los alimentos.

El Presidente de Repsol, Antonio Brufau, levantó la voz contra esta medida y en su declaración indica: “Me entristece ver el contrasentido de prohibir el fracking en Europa y que, ahora que algunos se quedan sin el gas ruso, decidamos importar el gas producido con fracking en Estados Unidos. ¿Dónde está la consistencia?”, también aseveró: “quienes piensan que el gas y el petróleo no van a tener un papel relevante en el mix energético del futuro”: “se equivocan”.

El presidente no ejecutivo de Repsol ha aprovechado su discurso para pedir “menos ideología y más pragmatismo” en el discurso público en torno a la descarbonización: “Cuando oímos a determinados políticos y grupos de presión, podemos pensar que la transición energética es una revolución para destruir todo lo pasado e inmediatamente, conseguir un futuro distinto. Hay que descarbonizar, pero hacerlo lleva tiempo y conlleva costes”. Según sus cálculos, para llevarla a término se necesitarán 275 billones de dólares (260 billones de euros, 150 veces el PIB español) en inversiones en las tres próximas décadas. “Es algo que los ciudadanos deben saber”, ha insistido. “La transición energética se tiene que hacer, pero se tiene que hacer bien: sin demagogia”.

En ese sentido, el directivo ha catalogado a las energías renovables de “don del planeta” el cual “va a permitir avanzar en la descarbonización”. “Pero el hombre no decide cuándo producir esta energía: el sol brilla cuando brilla y el viento sopla cuando sopla. Es una energía que el hombre no puede decidir cuándo producir, a diferencia del gas natural, el carbón, la nuclear y parte de la hidráulica”,

Tras quedar patentes en las últimas semanas —desde el inicio de la invasión de Ucrania por tropas rusas, los enormes riesgos derivados de la elevada dependencia de Rusia para el suministro de petróleo y, sobre todo, gas natural, Brufau ha avisado que la UE enfrentará en los próximos años una situación muy similar con lo que él cataloga de “geoestrategia y geopolítica de los minerales”: “¿Dónde está Europa situada en todo esto? Es algo crítico, y dentro de poco vamos a tener con los minerales el mismo problema [de fuentes de suministro] de los hidrocarburos”.

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También se ha dirigido en la junta de accionistas contra la prohibición de los coches de gasolina y gasoil en la UE a partir de 2035. “Es un auténtico error: el vehículo eléctrico va a ser una oportunidad, pero no tiene por qué ser la única. Cuando se pone el objetivo de eliminar el vehículo de combustión interna, se consiguen varias cosas: que nadie invierta en tecnología; que nadie se cambie de coche y que, por tanto, se consuma más; que se segmenten colectivos más y menos favorecidos; que empresas como la nuestras pierdan incentivos en invertir en combustibles sintéticos y biocombustibles, que no emiten…”, ha enumerado. “Son normas que prohíben, no normas que motivan. No son decisiones que tienen que tomar los políticos, sino los ciudadanos, que son los que pagarán la factura de la transición”.

Sin duda, lo antes expuesto debe llamara la reflexión, pues existen grupos con muchos intereses y otros quienes no conocen esta temática a fondo, quienes creen que la transición energética consiste en eliminar un modelo energético, el cual hemos visto y disfrutado en los últimos 120 años de la humanidad y al día siguiente vivir energéticamente, del Agua, del Viento y del Sol.

El Sr. Brufau, ha sido claro y contundente en sus declaraciones, reafirmando el título de este artículo, quizás y hablamos desde el punto de vista de la Matriz Energética actual; la guerra de Rusia y Ucrania, quizás es el inicio de la “Tormenta Perfecta”, pues hay mucha dependencia de los combustibles fósiles, pero las reservas probadas del crudo están repartidas, en zonas muy alejadas de los centros de poder mundial.

La demanda y la dependencia de los combustibles fósiles, cada día se hace mayor y de acuerdo a lo expuesto, pareciera que las políticas de la Unión Europea, como uno de los principales consumidores; van por un camino diferente o en una relación asintótica con la producción de crudo y sus derivados.

Para finalizar, debemos prepararnos para nuevos tiempos, la situación del petróleo y de cualquier otro análisis es, por supuesto, que siempre se hacen suposiciones por falta de toda la información necesaria. Las suposiciones suelen ser seguras, pero a veces, cuando entra en juego un comodín, las suposiciones pierden rápidamente su valor, en este caso, el comodín era Rusia, esta jugada quizás para mucho fue una sorpresa y todavía algunos están como se diría en el argot boxístico, bajo los efectos del conteo de protección.

Sin duda, pareciera que el poder hegemónico impuesto desde 1945 por Estados Unidos y ratificado con la caída de la Unión Soviética en 1991, pareciera estar a prueba, con la presencia con paso firme y contundente de dos nuevos actores, Rusia y China, quienes están marcando líneas de funcionamiento comercial y de manejo de los recursos con marcadas diferencias.

Pero en la política como en el beisbol: “el juego no se termina hasta que se termina”.

Fuentes: El Mundo: Economía y Negocio, TheEconomist.com, BBC Mundo.com, Sputniknews.com, infobae.com, eluniversal.com.ve, oilprice.com, worldenergytrade.com, OPEP.com, Bloomberg.com, refinitydatastream.com. ONU.com. Thefinancialtimes.com, Elordenmundial.com, Agencia Internacional de Energía (www.IEA.org).elordenmundial.com.eleconomista.es

Lenín David Rodríguez Aguilera. Abogado y Licenciado en Geografía, con Post Grado en Derecho y Política Internacional de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Profesor de la Materia Geopolítica del Petróleo, en la UCV y Docente invitado de Notabilis Energy, Empresa Internacional de Adiestramiento, especializada en el Área de Hidrocarburos. Asesor en la Industria Petrolera.