Rusia se decide a acallar todas las voces que intenten quebrantar el discurso oficial en relación con invasión de Ucrania. La Duma, la cámara baja del parlamento ruso, han aprobado el viernes a un texto que prevé altísimas multas y duras penas de prisión para quienes publiquen «fake news» sobre el ejército del país euroasiático.

La rectificación, que ha sido capacitada en tercera lectura por la Duma, contiene diferentes penas de prisión de hasta 15 años si las «falsas informaciones» relativas a las fuerzas militares rusas se traducen en «consecuencias serias» para el ejército.

El texto adoptado por los parlamentarios rusos prevé además severas sanciones para «los llamamientos a imponer sanciones contra Rusia».

Para que la enmienda se aplique, se precisará su aprobación por parte de la Consejo de la Federación (la cámara alta de Rusia) igualmente por parte de Vladímir Putin. Sin embargo, parece que ninguna de estas dos partes podrán ningún tipo de impedimento a la aprobación de la norma.

El Kremlin ya ha impuesto restricciones a cuatro medios de comunicación independientes

Actualmente en Rusia ya comenzaron a restringir los accesos a las webs de cuatro medios independientes, por la que nueva norma emanada de la Duma no hace sino reforzar de manera más estricta el control sobre la información que se publica en territorio ruso sobre el conflicto en Ucrania.

Los cuatros medios independientes restringidos por Roskomnadzor, el organismo encargado de velar por las comunicaciones en Rusia, son la BBC, Deutsche Welle, el portal independiente Meduza y el medio financiado por el Congreso de Estados Unidos Radio Svoboda.

Las restricciones impuestas a estos cuatro medios, que fueron implementadas por Roskomnadzor a petición de la fiscalía, entraron en vigor el 24 de febrero, justamente el día en que Rusia procedió a la invasión de Ucrania.

En este momento las webs de Meduza y de Radio Svoboda son completamente inaccesibles en Rusia, si bien los sitios de la BBC y Deutsche Welle pueden ser consultados todavía de manera intermitente.

A partir de la semana pasada los medios rusos tienen prohibido referirse a los hechos acaecidos en Ucrania como un «ataque», una «invasión» o una «declaración de guerra». Públicamente Moscú alude a la invasión de Ucrania como si se tratase de una «operación especial» de naturaleza militar.