Rusia vio un aumento condensado en la producción de petróleo y gas en agosto, en medio de una menor restricción de la productividad mundial, lo que apunta que sus campos pueden restaurarse más rápido de lo estimado y aún sin plan, de acuerdo a datos divulgados este miércoles.

El mes pasado, ese país tuvo una producción neta de 41,7 millones de toneladas de petróleo y gas; lo equivalente a 9,86 millones de barriles por día, que no es más que aun aumento de 5% desde julio pasado, según información del Ministerio de Energía ruso que fue recogida por la agencia local Interfax.

Este incremento siguió las órdenes de la decisión tomada en la OPEP+ de recortar la producción a 7,7 millones de barriles de crudo diarios, desde los 9,7 millones acordados antes.

El acuerdo de la organización deja de lado a los condensados, que es un tipo de crudo ligero y el cual Rusia produce unos 800 mil barriles diarios. Ahora la suma de ese país es de 9 millones de barriles, sugiriendo así un aumento ligero desde julio.

Rusia, que es de las principales naciones petroleras de todo el mundo, se encuentra de brazos atados sobre lo que puede bombear, siguiendo el acuerdo entre la OPEP+.