Los distintos países que envian remesas en el mundo, normalmente los de ingresos medios o bajos, presentaron un aumneto anual de 8.6% en el 2021, conforme con el reporte elaborado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

En total, los flujos de las remesas sumaron 605,000 millones de dólares el año pasado, lo que FIDA resaltó como superior al monto total de la ayuda oficial al desarrollo internacional de 178,600 millones.

El informe destacó que pese al sentimiento de que se recibirían menores remesas por la pandemia del Covid-19, el resultado final fue otro, impulsado por el envío de dinero mediante teléfonos celulares.

La digitalización de las remesas, en especial a través de canales de telefonía móvil, representa una gran oportunidad para impulsar el desarrollo rural, en vista de que más de la mitad de esos fondos se envían a zonas rurales. La digitalización reduce las comisiones y otros costos de transacción, como el tiempo de viaje; aumenta la comodidad y seguridad del proceso; y, al mismo tiempo, promueve la inclusión digital y financiera”, declaró Gilbert Houngbo, Presidente del FIDA.

Asimismo, el FIDA destacó que el envío de remesas por medio de dispositivos móviles aumentó 48% el año pasado.

Las remesas sacan a las personas de la pobreza, ponen comida en la mesa, pagan la educación y los gastos médicos y permiten invertir en las viviendas, así como alcanzar muchos otros objetivos familiares que van más allá del consumo”, añadió el Presidente del fondo internacional.

Por su parte, las remesas son dinero que mandan migrantes a sus familiares, con el fin de apoyar en el gasto del hogar. En el caso mexicano, casi todas las remesas que se captan son de connacionales viviendo en Estados Unidos.

Moderación ante inflación y guerra

Bajo esta misma línea, se estima que este 2022 las remesas continúen esta tendencia al alza, FIDA expuso que estos recursos observarán una moderación en su crecimiento ante la coyuntura actual.

En total, se esperaría que este año las remesas sumen 630,000 millones de dólares, enviados por 200 millones de migrantes en todo el mundo, lo cual será un salvavidas para más de 800 millones de familiares, en especial en las naciones de menores ingresos.

Es probable que en el 2022 se modere la tendencia al alza en el crecimiento de las remesas, a raíz de la disminución de los salarios por causa de la inflación y el fin de los programas de apoyo relacionados con la pandemia en los países ricos”, apuntó el reporte.

Pesé a esto, añadió que la invasión de Rusia a Ucrania también tendrá sus consecuencias en el flujo de remesas, ya que está provocando un fuerte descenso en las transferencias que son enviadas a los países cercanos a Rusia, en dónde estos flujos pueden llegar a representar hasta 30 del Producto Interno Bruto (PIB).

Está previsto que, para el 2030, los flujos agregados de remesas familiares enviadas a países de ingreso mediano bajo asciendan a 5.4 billones de dólares, una cifra que duplica el PIB de África en el 2021”, agregó.