El Reino Unido inspeccionó una inflación interanaual de 9.1% en mayo, número que escenifica una ligera alza en relación a abril y que continúa siendo la más alta en los últimos 40 años, motivado a los precios de los alimentos y la gasolina.

Conforme lo declaró el miércoles la Oficina de Estadísticas Nacionales, a finales de abril, la tasa de inflación había pasado del 7% al 9 por ciento.

El Banco de Inglaterra teme que el aumento de los precios supere el 11% a finales de año, un golpe significativo para el poder adquisitivo de los hogares con pocos recursos.

«El importante aumento de los precios de los alimentos y los precios récord de la gasolina» se vieron de todas formas algo frenados en mayo por «un menor aumento de los precios de la ropa y una reducción (de los precios) de los juegos informáticos«, resumió Grant Fitzner, economista jefe de la Oficina de Estadísticas Nacionales, en Twitter.

La semana pasada, el Banco de Inglaterra informó una quinta subida consecutiva de su principal tasa bancaria, hasta el 1.25%, un nuevo récord desde 2009, para luchar contra la inflación.