Los precios mundiales de los alimentos retrocedieron levemente en mayo por segundo mes consecutivo, con excepción del trigo que continúa al alza, declaró la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés).

Luego de un récord histórico registrado en marzo (159.7) a raíz de la guerra en Ucrania, el índice FAO de los precios alimentarios (que mide la variación mensual de los precios internacionales de una canasta de productos básicos) bajó 0.6% debido a la caída de los aceites vegetales y productos lácteos.

Ya pasado los 100 días de guerra que ha desestabilizado a los mercados y las cadenas de suministro mundiales, el índice FAO creció a 157.4 puntos, con 22.8% de alza anual desde mayo del año pasado.

Los precios del trigo subieron 5.6%, un alza vinculada al anuncio del embargo de las exportaciones de India, inquietudes por las condiciones de los cultivos en grandes países exportadores y una reducción de las proyecciones de producción en Ucrania.

En un año, este cereal (del que Rusia y Ucrania garantizan 30% del comercio mundial) ha visto su precio aumentar en 56.2%.

El índice de los aceites vegetales retrocedió en 3.5%, bajo el efecto de una baja de los precios del aceite de palma, girasol, soja y colza.

“Las restricciones a la exportación generan incertidumbre en el mercado y pueden provocar un alza de precios y una creciente volatilidad”, resaltó el economista jefe de la FAO, Máximo Torero Cullen, que aboga por tener intercambios comerciales fluidos.

La FAO pronostica un descenso de la producción mundial de cereales durante este año (la primera en cuatro años) que caería a 2,700 millones de toneladas, 16 millones por debajo de la producción récord estimada para el 2021.

No se ve fin de la guerra y se viene crisis de hambre

Oficiales de la ONU indicaron que una guerra prolongada amenaza con una crisis de hambre en el país y en todo el mundo.

El coordinador de crisis de la ONU, Amin Awad, afirmó que se necesita desbloquear el comercio a través del Mar Negro.

Si no se abren esos puertos, habrá hambrunas, desestabilización y migraciones masivas en todo el mundo”, subrayó, al señalar que la escasez de trigo y otros cereales podría afectar a 1,400 millones de personas, provocando hambre y acelerando la inflación.