Los precios mundiales de los alimentos registraron su mayor caída desde 2008 luego de que las preocupaciones sobre el suministro de granos y aceites vegetales bajaron a medida que Ucrania avanzaba hacia el reinicio de las exportaciones.

Un índice de las Naciones Unidas de los costos mundiales de los alimentos se desplomó casi un 9% en julio. El índice cayó a su nivel más bajo desde enero, antes de que el bloqueo ruso de los puertos de Ucrania, un importante exportador de alimentos, elevara los costos de los alimentos a un récord.

Asimismo, el índice de la ONU cayó por cuarto mes, ofreciendo cierto alivio a los consumidores que afrontan una crisis del costo de vida cada vez más profunda que abarca todo, desde la energía hasta el transporte. De esta manera, los precios continúan aumentando, ejerciendo presión sobre los hogares a medida que el hambre mundial empeora.

Los precios del trigo y el maíz disminuyeronel mes pasado luego de que Moscú y Kiev llegaran a un acuerdo para reabrir los puertos de Ucrania y el primer barco zarpó de Odesa. Sin embargo, dos semanas después del acuerdo, quedan una gran cantidad de desafíos por resolver antes de que las exportaciones puedan crecer. Tres barcos de granos más salieron de los puertos del país el viernes.

La mayor disponibilidad estacional en Argentina y Brasil, donde las cosechas de maíz avanzaron por encima del ritmo del año pasado, también ayudó a aliviar la presión sobre los precios”, afirmó la FAO en un comunicado.

También el índice de la ONU rastrea los precios de exportación de las materias primas y descarta los márgenes comerciales minoristas, por lo que si bien es una señal más reconfortante para los consumidores, aún enfrentan precios elevados. La región africana del Sahel experimenta la peor crisis de seguridad alimentaria en una década, con decenas de millones en todo el continente enfrentando el hambre.

Por su parte, el gigante de los alimentos Nestlé SA llevó a cabo otra ronda de incrementos de precios a los consumidores a lo largo del segundo trimestre a medida que aumentaron sus propios costos. El grupo de supermercados Ocado declaró que los consumidores están cambiando a productos más baratos para ahorrar dinero.

Los precios de los alimentos ya habían subido durante la pandemia debido a que los obstáculos de logística causaron problemas y la demanda superó la oferta a medida que la economía se recuperaba. No obstante, ahora el comienzo de las cosechas en el hemisferio norte y las preocupaciones sobre una recesión que se avecina pesan sobre los productos básicos.