El esquema de venta de combustibles en Venezuela generó pérdidas a la estatal PDVSA por el orden de los 564 millones de dólares, correspondiendo 76% a la gasolina que se vendió a precios subsidiados y el 24% restante por el suministro gratuito a transportistas y cargueros.
Así lo reseña el medio especializado Petroguía, que detalló que entre el 1 de junio y 31 de diciembre de 2020, PDVSA suministró 907 millones de litros básicamente producidos en el país, lo que equivale a 430 millones de dólares en subsidios directo que la estatal no percibió.
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A eso se suman 274 millones de litros valorados en 134 millones de dólares, que se entregaron gratuitamente a los conductores del transporte público.
En tal sentido, hay un promedio de 1.181 millones de litros, o 7,4 millones de barriles en siete meses, equivalente a 34.700 barriles por día.
Todas las cifras se calculan de lo que expresó el presidente Nicolás Maduro durante la entrega de la Memoria y Cuenta el miércoles pasado ante el Parlamento venezolano.
En cuanto a la operación de las refinerías, el gobernante destacó un crecimiento en las operaciones, pero sin detalles ni cifras.
“En el periodo del 1º de enero al 4 de mayo la producción de combustible alcanzó a un millón de barriles, apenas, y luego de haber hecho de tripas corazón, de traernos equipos en vuelos secretos desde Asia, para la recuperación de nuestras refinerías, pasamos de 1.500.000 barriles que se produjeron a más de 11 millones de barriles con el «compromiso de proteger nuestra industria”, dijo Maduro.
En términos redondos, no hay más excepto que una producción diaria de 51.400 barriles.
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