El pronóstico de los precios del crudo, realizada por la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), para el presente año muestra que los precios del petróleo crudo conservarán el aumento experimentado en el primer trimestre del año.

La organización creada en 1974 para garantizar la seguridad del suministro del petróleo prevé el aumento que experimentaría el producto en el primer trimestre del año. Asimismo, proyectó que se mantendrá por los próximos cinco meses del año (entre abril y agosto), por encima de los $100 el barril (ver gráfica). Y, no es hasta septiembre y octubre cuando el crudo WIT experimentaría una ligera baja ($99 y $96).

Conforme a las proyecciones de la IEA, entre marzo y abril del 2022, el barril de petróleo del WIT (West Texas Intermediate), que importa Panamá, alcanza su precio más alto ($113.00), un monto que aún está alejado del máximo histórico experimentado en julio de 2008, que de $145.31.

La subida del precio del petróleo crudo impacta los derivados (gas, combustible, kerosene, entre otros).

A lo largo de la pandemia de la Covid-19, los precios del petróleo dejaron de ser una preocupación para los conductores y transportistas. Sin embargo, ahora millones están notando la abismal diferencia.

El precio del barril de petróleo WIT pasó de $36.98 el 20 de abril de 2020 a los $108.50 en marzo de 2022. Wolfram E. González, especialista en temas de hidrocarburos, subrayó los tres principales factores que inciden en el alza del combustible.

Las condiciones climáticas (huracanes) es uno de ellos. El mal clima puede afectar la producción y de igual manera el transporte.

La oferta y la demanda además faltan directamente en los precios del petróleo. En medio de la pandemia de la covid-19, en 2020, hubo un desplome de los precios dado la baja demanda. Aun así, la recuperación económica y de la movilidad ha influido en el consumo. Aunque, aún los inventarios se encuentran deprimidos.

Y, por último, las condiciones geopolíticas.

El conflicto bélico en el que está envuelto un exportador importante de crudo ha sido un factor determinante en los precios.

El país es el proveedor del 40% del gas que usa Europa Occidental. Ocupa el tercer lugar de las importaciones de crudo de los Estados Unidos. Actualmente enfrenta restricciones internacionales contra su industria energética por la invasión a Ucrania. Esto no solo afecta su economía, sino que también afecta los precios internacionales dada la ausencia de suministro ruso.

El panorama se confunde cuando se observa que países como Nigeria, Venezuela e Irán tienen severos problemas en su planta de producción y restricciones de venta. “Eso afecta la balanza de manera negativa porque no hay en este momento cómo encontrar un reemplazo rápido y pronto al crudo que provee Rusia”, resaltó González.

De igual manera, otro punto importante que mencionó el experto, es que, dado que existe poca producción, el combustible está muy limitado especialmente el de los “destilados” (diésel, aceite de calefacción, kerosene y combustible de aviación).

La crisis de combustible terminado tanto en Europa como en Estados Unidos radica en los destilados. La razón principal, es que los destilados, en especial el diésel, son combustibles industriales por lo que tienen mayor demanda que la gasolina.

Otra de las razones que afecta los precios es que los ejércitos los están acaparando ante una posible guerra.

La duda generada por la guerra y, también, la situación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que no quiere incrementar su producción, no se prevé un descenso a corto plazo del precio del petróleo ni de los combustibles terminados, concluyó el experto.

Panamá es un importador total de combustible terminado. “De manera que estamos al vaivén de lo que ocurra en los mercados internacionales”, dijo González.

El especialista pidió usar de manera racional el combustible; planificar rutas y buscar estaciones con el combustible más barato. Víctor Urrutía, ex secretario de Energía, afirmó que el alza del combustible no es sostenible. Y, lo peor es que nadie sabe que va a pasar, añadió.

Los transportistas han expresado su malestar y protagonizado protestas por el alza del combustible. Y, han solicitado al gobierno tomar acciones para amortiguar los efectos que está causando en el sector económico.

La sociedad civil, por su parte, ha propuesto reducir las jornadas laborales a cuatro y aumentar las horas diarias a 10 para enfrentar el alza de combustible.