El Acuerdo de Paris: ¿La solución?

Debilidad para unos, fortaleza para otros, necesidad para todos. La energía marca las agendas de los países a diario. Para ello, nos debemos remontar al año 2016, cuando se logró alcanzar El Acuerdo de París, el primer acuerdo universal y jurídicamente vinculante sobre el cambio climático, adoptado en la Conferencia sobre el Clima de París (COP21) en diciembre de 2015.

Este precitado Acuerdo, establece un marco global para evitar un cambio climático peligroso manteniendo el calentamiento global muy por debajo de los 2 °C y prosiguiendo los esfuerzos para limitarlo a 1,5 °C. También aspira a reforzar la capacidad de los países para hacer frente a los efectos del cambio climático y a apoyarlos en sus esfuerzos.

La Unión Europea ratificó formalmente el Acuerdo el 5 de octubre de 2016, lo que permitió que entrara en vigor el 4 de noviembre de 2016. Para ello, al menos 55 países que representasen al menos el 55% de las emisiones mundiales debían depositar sus instrumentos de ratificación.

Y las grandes potencias mundiales y aquellos que producen la mayor cantidad de emisiones, tales como China e India, lo ratificaron, pero esta ilusión duró poco tiempo, porque en Junio de 2017 el Presidente Norteamericano Donald Trump, decidió de manera unilateral retirar a Estados Unidos de este acuerdo, uniéndose a Siria y a Nicaragua, como los únicos países que no están en línea con el Acuerdo.

Trump dijo en su momento que abandonar el Acuerdo de París ayudará a las industrias de petróleo y carbón de su país y a la generación de empleos. Para el mandatario, el acuerdo aprobado en la capital francesa es una «redistribución masiva de la riqueza estadounidense a otros países». Además condenó lo que llamó «draconianas» cargas financieras y económicas impuestas por el pacto a su país.

Sin duda que esto fue un gran respaldo al llamado “lobby petrolero”, el cual domina desde hace muchos años la economía norteamericana, sobretodo en un momento cuando el denominado Shale Oil producto de la técnica operativa del Fracking, empezaba a inundar la demanda petrolera mundial, incidiendo de manera directa en los precios del crudo.

Este movimiento, no esperado por los países de la Unión Europea, fue un rudo golpe a sus aspiraciones de bajarle grados centígrados al mundo antes del año 2100, pues estaban contando con hasta ese momento, las incondicionales inversiones norteamericanas, para alcanzar el objetivo.

Poco después del discurso de Trump, en un comunicado conjunto, Alemania, Francia e Italia señalaron que el Acuerdo de París no puede ser renegociado, ya que es una «piedra angular de la cooperación entre países, es un instrumento vital para nuestro planeta, nuestras sociedades y nuestras economías», indica el texto.

Nuevas Estrategias… porque la “Descarbonización” no se detiene

Sin duda, que ante esta situación, nuevas estrategias políticas empezaron a ser trazadas, una vez que los acercamientos políticos no resultaron posibles y es que la disponibilidad de recursos energéticos de cada país determina las políticas energéticas de los Estados.

La mayoría de ellos empieza a asumir la necesidad de apostar por fuentes menos contaminantes para abastecerse de energías más limpias, pero no todos afrontan esta realidad de la misma forma.

Países energéticamente pobres, si los medimos por la cantidad de reservas de crudo (en especial algunos europeos entre los que se destacan Francia, Alemania, Italia y España) intentan resolver la situación de distintas maneras, aunque todos ellos tienen que hacer estos movimientos en entornos complicados.

La pertenencia a un ente supranacional como en el caso de los países europeos, la volatilidad de los precios de las materias primas, las relaciones internacionales con otros Estados y en algunos casos la presión pública y las organizaciones medioambientales son factores que influyen directamente en este tipo de políticas.

Sin embargo, debemos destacar que la Vieja Europa, no se ha quedado de brazos cruzados, tanto así que la generación con fuentes renovables creció un 11 %, en el 2019, debido a nuevas instalaciones eólicas y solares y las condiciones templadas y ventosas a principios del año. La proporción eólica y solar alcanzó el récord del 21 % en la generación total de Europa, con niveles más altos en Dinamarca (64 %), Irlanda (49 %) y Alemania (42 %).

La generación de energía fósil cayó un 18 %, presionada por la creciente producción renovable y un descenso del 7 % en la demanda de electricidad debido a la pandemia de covid-19. El mayor golpe lo sufrió el carbón, que descendió un 32 %. Incluso el gas registró un descenso del 6 %, cayendo su proporción en 11 países. Como resultado el sector energético de la UE redujo en un 23 % sus emisiones de dióxido de carbono entre enero y junio de 2020.

Las estadísticas se publican la misma semana que la UE ha acordado un paquete de recuperación económica contra la paralización causada por la pandemia del COVID-19, que incluye la asignación de miles de millones de dólares para iniciativas medioambientales.

Pero como hemos visto hasta el momento, estos esfuerzos están direccionados a los países de la Unión Europea, las grandes potencias económicas, léase China, Rusia, India entre otros, hacen sus esfuerzos por cumplir con lo estipulado en el Acuerdo de Paris, mientras la Potencia Mundial camina por la acera del frente, enfocándose en la situación interna, tanto así que este tema ha tomado un cariz político.

Las Estrategias Políticas en Estados Unidos: ¿Cuál vencerá?

Es ya conocida la posición del actual Presidente norteamericano con respecto a las Energías Alternativas, el cual es prácticamente nulo, en cambio el candidato opositor el ex Vicepresidente Demócrata Joe Biden, en fecha reciente y en plena campaña en su oferta electoral, ha presentado un plan de 2 trillones de dólares que propone que la red eléctrica dependa únicamente de la electricidad «limpia» para 2035.

El plan, que también exige grandes inversiones en eficiencia energética y vehículos eléctricos, sobretodo en la reconversión de la red eléctrica, se compromete a eliminar la «contaminación por carbono de las centrales eléctricas para 2035».

El plan continúa diciendo qué «dentro de cinco años, se instalarán 500 millones de paneles solares, incluidos ocho millones de techos solares y sistemas comunitarios de energía solar, y 60,000 aerogeneradores fabricados en América».

Pero existen críticos a esta propuesta que la están viendo, como un instrumento más político que operativo y ponen como ejemplo, que la propuesta también puede estar ignorando los enormes conflictos de uso de la tierra rural en los Estados Unidos por el establecimiento de proyectos de energía renovable.

Una característica particular es que los mejores lugares para albergar parques eólicos masivos y paneles solares tienden a no estar muy cerca de donde la gente vive, trabaja y usa electricidad. Para la energía eólica en particular, la tierra más privilegiada del país se encuentra en las áreas escasamente pobladas en las grandes llanuras de la sección media de la nación.

Pero como vemos, todas estas propuestas traen consigo el elemento político, no olvidemos que el primer martes de noviembre de este 2020, se realizarán las elecciones presidenciales en Estados Unidos, en donde se presentan como hemos visto propuestas totalmente diferenciadas.

También hace su aparición el elemento económico representado en grandes inversiones, por los países que tienen el músculo económico para hacerlo, es decir, Estados Unidos de América, los componentes de la Unión Europea y las otras grandes potencias Económicas, entre las que destacan: China, Rusia e India.

Pero la pregunta es: ¿De verdad Son las Energías Alternativas, la opción para cambiar el calentamiento global?, de primera pareciera ser la opción, pero no debemos olvidar lo cuantiosa que son sus inversiones en especial en esta primera fase, si la podríamos llamar de esa manera, en donde la investigación para generar nuevas tecnologías, sus licencias y derechos de autor tendrán un peso específico.

Entonces pasamos al siguiente nivel, ¿Cuántos países en el mundo cuentan con la fuerza económica para invertir en estos tipos de tecnologías y de esa manera dar su aporte para que se cumpla el Acuerdo de París?

Un amigo me dijo una vez, las Energías Alternativas, serán una realidad, cuando veamos que los carros que circulen en los países que forman parte de África, Asia y Latinoamérica sean eléctricos y tengan las facilidades para recargar su “combustible” eléctrico, en una estación de servicios “Eléctrica» y cuando esos usuarios en esos países, generen un ingreso pércapita que le permita tener acceso a estas facilidades.

Conclusión:

Pareciera que todavía queda mucho por andar, en el sector de las Energías Alternativas, mientras tanto la Matriz Energética sustentada en el crudo y sus derivados y que ha acompañado los últimos 100 años de crecimiento económico de la humanidad va a mantener su dominio por un tiempo más; entre otras razones, porque todo este movimiento pareciera estar dirigido no solamente en su infraestructura e inversiones, a compensar, la deficiencia energética de Europa, poniendo al descubierto que la globalidad del proyecto, si se hace realidad, no tendrá beneficios inmediatos en los países con menos fuerza económica, pero con mucho potencial en sus recursos naturales.

Para finalizar, debemos asumir que de un tiempo para acá es un dominio compartido, pero con una diferencia porcentual muy diferenciada y marcada a favor del Crudo y sus Derivados.

Referencias:

El Mundo: Economía y Negocio, BBC Mundo, Real Instituto Elcano. Institute for International Policy Studies. Global Security. Wikipedia. Conferencia sobre el Clima de París. Globalresearch.com, El Universal.com, Sputniknews.com. El Confidencial.com. Ember Institute.com.,OPEP.com. RT.com. Eluniversal.com. El país.com, Investing.com

Autor

Lenín David Rodríguez A.

Lenín David Rodríguez A. Abogado y Licenciado en Geografía, con Post Grado en Derecho y Política Internacional. Profesor de la Materia Geopolítica del Petróleo, en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Docente de Notabilis Energy, Empresa Internacional de Adiestramiento, especializada en el área de Hidrocarburos. Asesor en la Industria Petrolera.

Correo electrónico: lenindavidrodriguez@gmail.com

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