Lenín David Rodríguez Aguilera. 

Abogado y Licenciado en Geografía, con Post Grado en Derecho y Política Internacional de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Profesor de la Materia Geopolítica del Petróleo, en la UCV y Docente invitado de Notabilis Energy, Empresa Internacional de Adiestramiento, especializada en el Área de Hidrocarburos. Asesor en la Industria Petrolera.

Opinión: El Avance de las Energías Alternativas, por Lenin Rodríguez

En fecha reciente, como la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus Socios, conocidos como OPEP+, por intermedio de su Secretario General, el kuwaití Haitham Al Ghais, ha tenido que salir a defenderse de un ataque sostenido por parte del Director Ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía el Turco Fatih Birol.

Como es sabido, siempre ha existido una marcada diferencia entre ambas organizaciones, la OPEP, fundada en 1960 en Bagdad y la cual posee más del 81% de las reservas probadas de crudo del mundo y la Agencia Internacional de la Energía, organización que nace en 1974, después de los efectos de la subida del precio del petróleo de 3$ a 12$, producto del bloqueo impuesto por los países árabes productores de petróleo, como consecuencia de la llamada guerra del Yonkipur.

En esta ocasión las declaraciones cruzadas son producto del inicio de la cumbre del clima anual en Dubái, conocida como COP28, desde este 30 de noviembre y hasta el 12 de diciembre, organizada bajo el paraguas de Naciones Unidas en la que los combustibles fósiles estarán en el punto de mira y la cual contará con la participación de 152 países.

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Ante esta realidad, en su último informe “Perspectivas de la Energía en el Mundo”, la Agencia Internacional de la Energía ha reiterado su afirmación que el petróleo, el gas natural y el carbón alcanzarán su punto máximo antes de 2030, lo cual socava los argumentos a favor de aumentar la inversión en combustibles fósiles.

Podemos indicar que estas aseveraciones tienen mucho de carga política y financiera, ya que cada organización busca defender su espacio ante las realidades que está viviendo el mundo actual.

La agencia considera que la aparición de una nueva economía de energías limpias ofrece esperanzas para el futuro, haciendo hincapié en los argumentos económicos a favor de las tecnologías energéticas limpias. El informe se centra en la importancia de la resistencia y la seguridad energética, sobre todo debido a los acontecimientos geopolíticos que perturban actualmente los mercados energéticos.

Aunque la agencia admite que la inversión en combustibles fósiles seguirá siendo necesaria, afirma que la era del crecimiento ha terminado, gracias al aumento de la adopción de vehículos eléctricos, sustentando estas afirmaciones exclusivamente en las realidades económicas de norte américa y parte de Europa, ya que el resto del mundo los requerimientos de vehículos eléctricos son bastante baja por no decir inexistentes.

En este sentido debemos destacar, los requerimientos de la flota marítima y aérea a nivel mundial, entre otras, la cual podemos asegurar que son los más grandes consumidores, de combustible fósil del globo terráqueo. El pico de consumo de cada uno de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) va a llegar esta década (al 2030), algo que no estaba todavía previsto por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que advierte que ese ritmo no es suficiente porque vamos a un calentamiento global de 2,4 grados.

En su informe global de perspectivas, la AIE recuerda que el calentamiento acumulado hasta ahora es ya de alrededor de 1,2 grados y será el doble para finales de siglo con la dinámica actual. La agencia considera todavía «posible, pero muy difícil» poder cumplir con el objetivo de limitarlo a 1,5 grados que se dio la comunidad internacional con el Acuerdo de París en 2015, y eso pasaría en primer lugar por una inflexión mucho más marcada que lo anticipado en el uso de combustibles fósiles.

Porque, aunque se toque techo durante esta década para cada uno de ellos, algo que se supone que está ocurriendo con el carbón y sucederá a finales del decenio con el petróleo y el gas, con un pico para las emisiones hacia 2025, seguirán cubriendo en torno al 73 % de la demanda global de energía en 2030.

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Ante el sonido de esas trompetas mefistofélicas, augurando que sino cambiamos en un tiempo inmediato la humanidad sufrirá daños irreversibles en el tiempo, la OPEP+ respondió por intermedio de su Secretario General, el kuwaití Haitham Al Ghais, indicando que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) “señala con el dedo” a la industria petrolífera y la “vilipendia injustamente” como responsable de la crisis climática.

“La manera en que la AIE ha utilizado, lamentablemente, sus plataformas de medios sociales en los últimos días para criticar y aleccionar a la industria del petróleo y el gas es, como mínimo, poco diplomática”, dice en un comunicado el secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el kuwaití Haitham Al Ghais.

Resalta que, a diferencia de la AIE, la OPEP+ “no es una organización que prescriba a otros lo que deben hacer”. La AIE, que defiende los intereses energéticos de las principales naciones industrializadas, plantea que para reducir las emisiones de efecto invernadero, las petroleras deberían dedicar a energías limpias la mitad de sus inversiones para en 2030 limitar a 1,5 grados el aumento de temperaturas.

“En un mundo en el que se necesita más diálogo, repetimos que señalar con el dedo no es un enfoque constructivo”. indica Al Ghais, contra las propuestas de reducir las inversiones en la industria petrolífera, atribuyéndolas a una «equivocada y poco acertada visión «.

El mundo sigue necesitando petróleo, como revela el crecimiento mundial de la demanda, que se encuentra en estos momentos en máximos históricos. No solo como combustible: la propia transición energética necesita petróleo crudo para avanzar. Si se paralizan las inversiones en petróleo, la economía mundial puede sufrir un duro golpe ante la escasez del recurso que aún hoy domina la generación de energía a nivel mundial.

La postura con la que la OPEP+, acude a la cumbre del clima es subrayada por su secretario general, quien estima que el sector petrolero del planeta requerirá de una inversión de 14 billones de dólares acumulados entre 2023 y 2045.

La pasión en el discurso público en torno a la COP se intensifica con cada año que pasa. Este año ha centrado la atención en el papel de la industria petrolera en la transición energética, criticando y atacando a las inversiones de la industria petrolera.

«Desafortunadamente, en este discurso que aparece con frecuencia presenta una narrativa desacertada y arriesgada, perpetuándose algunos mitos que no se corresponden con los hechos. Uno de esos mitos es que las industrias del petróleo y las energías renovables son competidoras atrapadas en un juego de suma cero: el éxito de una representa una amenaza mortal para la otra», comenta Al Ghais.

Con una simple comparación entre el petróleo y las turbinas eólicas, el Secretario de la OPEP+ desmonta el discurso de la AIE:

“Hay multitud de razones por las que la OPEP+ no está de acuerdo con estas aseveraciones y para ello ha usado esta vez una batería de datos, con la cual intenta desmontar el discurso de los que abogan por acabar ya con el petróleo, me gustaría centrarme sólo en uno esta vez: la química. Este punto puede demostrarse planteándose la pregunta: ¿de qué está hecha una turbina eólica? Si bien varía según la marca o el modelo, una turbina eólica está hecha de acero (aproximadamente entre el 66% y el 79% de la masa total de la turbina); fibra de vidrio, resina o plástico (11-15%); hierro o hierro fundido (5-17%); cobre (1%) y aluminio (0-2.

La fibra de vidrio, la resina y el plástico son todos productos derivados del petróleo. Son esenciales para la composición de una turbina eólica y, hasta el momento, no pueden sustituirse por nada, al menos, si se quieren producir todos estos bienes o productos a gran escala. Cuanto menos petróleo haya en el mundo, más cara saldrá la transición energética.

Para decirlo de otra manera, la producción en masa de turbinas eólicas no se puede lograr sin estos vitales productos de uso final del petróleo. Una realidad similar existe con la energía solar. ¿De qué está hecho un panel solar? Tomando como ejemplo un panel solar de silicio cristalino típico, está compuesto aproximadamente por 76% de vidrio, 10% de polímero plástico, 8% de aluminio, 5% de silicio, 1% de cobre y menos del 0,1% de plata y otros metales. Productos petroquímicos como el etileno se utilizan en copolímeros que recubren la energía fotovoltaica, y continúa indicando que la historia se repite con las baterías de iones de litio utilizadas en los vehículos eléctricos (VE). Están hechos de grafito y la principal materia prima para el grafito sintético es el coque de petróleo calcinado. Una batería de datos esclarecedores que revelan hasta dónde llega el petróleo.

Estos hechos demuestran una realidad clara: la industria petrolera y las energías renovables no operan en vacíos completamente aislados entre sí. Las energías renovables necesitan productos derivados del petróleo”.

La demanda de petróleo subirá hasta 2045

Por otra parte, «es vital que se realicen» estas inversiones, insiste Al Ghais en la nota, emitida poco antes de abrirse una teleconferencia de la OPEP+ y sus aliados, centrada en los niveles de la oferta de crudo. La OPEP+ ha reiterado en numerosas ocasiones que el «oro negro», si bien verá una ralentización progresiva de su consumo a nivel planetario, seguirá aun siendo la primera fuente de la cesta energética mundial durante décadas.

Con tal visión, muy divergente a la pronosticada por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), con un pico definitivo de la demanda de fósiles antes de 2030, la OPEP+ alerta de que la falta de inversiones en petróleo puede desencadenar crisis energéticas.

Todas estas realidades han sido incluidas en los cálculos de la OPEP+, según los cuales la demanda de crudo en el sector petroquímico aumentará en 4,3 millones de barriles diarios hasta 2045.

Amanecerá y Veremos.

Fuentes: WSJ.com, El Mundo: Economía y Negocio, TheEconomist.com, BBCMundo.com, Sputnik news.com, infobae.com, eluniversal.com.ve, oilprice.com, worldenergytrade.com, OPEP.com, Bloomberg.com, wikipedia.com, oilprice.com, Rystad.com, IAE.org, elperiodicodelaenergia.com, Eleconomista.com, elordenmundial.com., S&Pglobal.com, es.statista.com.