El lunes 20 de abril de 2020, quedará marcado en la historia de la comercialización del crudo, como el día cuando los precios del petróleo colapsaron y por primera vez se fueron a números negativos, el barril de crudo WTI que se intercambiaba a 60 dólares por unidad a inicios de año y a 18,27 dólares el viernes 17 de abril, se hundió por completo el precitado lunes, terminando la jornada en -37,63 dólares. 

Este escenario que parecía imposible que sucediera, se presentó producto de la presencia del virus COVID 19, el cual ha afectado de manera exponencial la economía mundial, en especial a el crudo y sus derivados, componentes fundamentales dentro de la matriz energética mundial.

Pero esta situación tiene su historia cercana y empezó cuFando China, el país donde se presentaron los primeros casos, decidió paralizar uno de sus principales centros industriales, ubicados en la ciudad de Wuhan y controlar la movilidad en el resto del país, la consecuencia como es sabido, se fue incrementando el número de casos a nivel mundial y ya en marzo se declaraba oficialmente por la Organización Mundial de la Salud la Pandemia, producto del Covid 19.

Durante todo ese tiempo y de manera paralela se presentaban escenarios en el mercado petrolero, producto de la caída sostenida que acusaba el precio del crudo, el primero de ellos fue el desacuerdo entre Rusia y Arabia Saudita en la reunión de los países OPEP+, en enero del 2020, no llegaron a acuerdos en los recortes y cada uno decidió aumentar a su máxima potencia su producción petrolera, inundando un mercado el cual  ya estaba sobresaturado; no habían pasado 15 días de esa nefasta decisión, cuando ambos bandos decidieron levantar las banderas blancas ante su fallida estrategia y volvieron a armar las carpas de la negociación, para llegar a un acuerdo, pero esta vez incorporando la decisión a todos los productores a nivel mundial, incluyendo hasta una participación del países del G20 [Grupo de los Veinte].

A pesar de todos estos esfuerzos, este acuerdo no sólo se enfoca en levantar los precios y los ingresos presupuestarios actuales de los países exportadores de petróleo, sino también representa un compromiso muy complicado para el futuro, es decir, para el período de la recuperación económica después de la Pandemia, acordaron ajustar a la baja su producción total de petróleo crudo en 10 Mb/d, a partir del 1 de mayo de 2020, durante un período inicial de dos meses que concluyó el 30 de junio de 2020. Para el período posterior de seis meses, del 1 de julio de 2020 al 31 de diciembre de 2020, el ajuste total acordado fue de 8 Mb/d.

Todos estos esfuerzos no se vieron recompensados, porque sencillamente la Pandemia como indique al principio, ha afectado el funcionamiento de las economías de los países a nivel mundial llevándonos en su momento a prácticamente una paralización, en donde lo importante pasó a ser la supervivencia de la especie humana y su salud, por encima de la economía y todo aquel movimiento bursátil, que era marcado por la oferta y la demanda como características propias del mercado, se desvanecían en esos momentos, debido entre otras razones a que el consumo de crudo y sus derivados llegó a su mínima expresión, ya que las fábricas no producen, los aviones no vuelan, los carros poco se mueven, etc.

Esos 100 millones de barriles/día que visualizaron tanto la OPEP como al Agencia Internacional de Energía, de consumo diario para el 2020, sencillamente no se consumieron; trayendo como consecuencia que la capacidad de almacenamiento llegará a sus máximos niveles.

Sin duda, que los acuerdos de la OPEP+ y el G20, en abril de 2020 así como las cuarentenas, no curaron la enfermedad, pero ayudaron a alargar sus consecuencias y dieron la oportunidad, a través de nuevas estrategias, entre las cuales se destacó, quitar los bloqueos en las economías mundiales y eliminar los excesos petroleros almacenados, recortando su producción, en 10 millones de barriles/día, haciendo que progresivamente la matriz energética basada en el consumo de crudo y sus derivados, la cual mueve la economía planetaria se volviera a activar.

Pero ya en el último trimestre de ese atípico 2020, empezaron a aparecer las diferentes vacunas y para la fecha en este 2021, existe un grueso de la población ya vacunada, aunque también mucha gente se niega a ser inmunizada, incidiendo en el llamado “efecto rebaño”, el cual difícilmente se alcance en fechas cercanas, generando entre otras consecuencias, que el virus siga mutando y ya vamos alcanzando la quinta ola de repuntes.

La realidad indica que vamos a seguir conviviendo un buen tiempo con el COVID-19, pero de igual manera el mundo ya se está moviendo desde su estructura económica, tanto así que la exigencia de crudo y sus derivados, esta nuevamente tomando el protagonismo al cual nos tenía acostumbrados y ya el grupo de la OPEP+, en su última reunión de julio de este año, decidieron que desde el mes de agosto hasta diciembre, se iban a ir incorporando progresivamente 400 mil barriles por mes, de manera que para diciembre de este 2021, tengamos dos (2) millones más de barriles para el consumo, manteniendo la tendencia del precio del crudo de estable al alza.

En este mismo orden de ideas, es importante destacar, tal como se visualiza en la gráfica, los componentes del Precio del Crudo se sustentan en cuatro elementos, cada uno con un peso particular a la hora de determinar el valor final, pero de igual manera, puede que alguno de ellos tenga mayor incidencia que otro en un caso determinado, y en lo explicado previamente fue la Especulación definitivamente el elemento que tuvo mayor incidencia en el caso de esta caída abrupta del precio.

En este orden de ideas, debemos detenernos a conocer bajo cual marco legal se realizan estos movimientos de compra y venta, destacándose:

El Contrato a término: son entregas en un período definido de tiempo, puede existir restricción en la reventa. La transacción puede estar atado a un refinador, con las siguientes características a) Típicamente el precio no es fijo, es acordado a través de una fórmula. b) La fórmula es generalmente referida a precios Spot de crudos marcadores. c)  Utilizado por productores y compradores con el objeto de obtener un suministro y venta segura a lo largo del tiempo. d) cada contrato es de 1.000 barriles, unas 170 toneladas de petróleo.

La Venta Spot: Una sola transacción para un solo cargo, con las siguientes características: a). Típicamente no tiene restricción en la reventa, el cargo puede ser vendido varias veces. b). El precio puede ser fijo o referenciado a un marcador con una fórmula. c). El precio puede ser publicado. Los precios publicados conforman la base de la cotización del mercado Spot. d). Utilizado por refinerías para ajustar los requerimientos de crudos a las circunstancias del mercado. Contrato a término: Entregas en un período definido de tiempo.

Para ello existen varias plataformas en el mundo donde se intercambian estos contratos a futuro. Bajo el NYMEX, los contratos se licitan entre las partidas de manera anónima y una vez que se llega a un precio, este se torna público. De esta manera, dicho precio refleja el consenso de (producto de miles de transacciones) en el mercado de cuánto debe de costar el petróleo en el futuro.

Similar al mercado anterior, los futuros proveen una imagen de la oferta y la demanda a futuro, tomando en cuenta que la oferta puede disminuir drásticamente en caso de ocurrir guerras, huracanes, paro de operaciones en refinerías, etc. y en nuestro caso actual una Pandemia. Bajo esta modalidad ocurren aproximadamente el 90-95% de todas las transacciones de petróleo, porque este modelo ayuda a los productores y consumidores a asegurar un precio en el futuro y así aminorar el riesgo dentro de un mercado volátil.

Ahora bien pareciera que el mercado petrolero no es negocio rentable, en este momento, pero esto hay que verlo levantando la mirada al futuro, debemos partir que la matriz económica seguirá siendo dominada por la compra/venta del crudo y sus derivados, para ello deben presentarse dos elementos claves, que desde el punto de vista médico se alcance una solución, más allá de las vacunas, que permita enfrentar el virus Covid-19 y segundo que la maquinaria industrial de China, India y el Sudeste Asiático se activen, así como los centros de compra ubicados en Estados Unidos, Europa y Japón, de manera de reiniciar el ciclo económico conocido, aunque ya existen teorías de cambios en el modelo económico tal como lo conocemos, pero mientras exista la dependencia al petróleo; estos cambios serán progresivos.

Por lo antes expuesto, debo indicar que el negocio petrolero, no lo podemos ver solamente como compra y venta de crudo y sus derivados, sino tenemos que verlo como esos derivados son parte fundamental en diferentes industrias, destacándose, la alimenticia, la textil, la electrónica, la de la medicina, la del plástico, la de los cosméticos y agroindustria entre otras.

Es esta la razón por la cual la industria petrolera está en nuestro quehacer diario, por lo cual difícilmente llegue a un colapso en un tiempo cercano, todas esas industrias precitadas, mueven y generan miles de empleos y millardos de dólares en ganancias anuales en los diferentes mercados bursátiles, por eso veo lejano un cambio de modelo de manera inmediata.

Partiendo de esta teoría, uno podría quedarse con la impresión que la manera de accionar es comprar petróleo en el mercado Spot, ponerlo en almacén y después venderlo en el mercado de futuros a un precio inflado; recordemos que las licitaciones de venta las ganan los postores más altos, no necesariamente son quienes van a procesar esa materia prima en un producto refinado. Es por eso que la especulación puede jugar un papel casi tan importante como la oferta y la demanda.

En la práctica, este proceso no es tan lucrativo como aparenta. El mercado en este mundo globalizado, sus jugadores y sus reguladores se han asegurado que la especulación y las apuestas en futuros no sean tan rentables. No obstante, eso no quiere decir que no exista.

Por lo antes expuesto, Usted Lector podría pensar que el gobierno de Estados Unidos, pudo haber realizado un ejercicio especulativo, ese lunes 20 de abril de 2020, aprovechando el colapso del precio, comprando crudo a valor cero y almacenar una alta cantidad en sus patios de tanques de Cushing Oklahoma, para su reserva estratégica, de manera de hacer subir sus inventarios y dos días después, apareció el entonces Presidente Trump, dando instrucciones de la Armada norteamericana ubicada en el Golfo Pérsico, que si sentía amenazada, debía proceder a destruir a los navíos de la República Islámica de Irán, quienes la  semana anterior habían sido avistado en áreas cercanas a los lugares donde se encuentra apostada la quinta flota norteamericana.

La situación antes descrita, nos lleva necesariamente a una reflexión, sobre  lo sucedido ese 20 de abril de 2020, porque en un ambiente de precios tan sensibilizado, sustentado en un hecho histórico, el cual sucedió por primera vez en la historia del precio del crudo, rompiendo la barrera de los valores positivos, pasando a tranzarse en negativo  prácticamente de un día para otro, se presenta el Presidente en su momento, de la máxima potencia mundial, dando esta instrucción, la cual trae como consecuencia un incremento de 20% del precio del crudo. ¿Estrategia?, ¿Juego Especulativo?, ¿Acción Planificada?, lo dejo a su interpretación, pero definitivamente en este negocio no hay puntada sin dedal.

Patios de almacenamiento en Cushing Oklahoma

Sustentado en los análisis previamente descritos, debemos ubicarnos hacia donde se dirige el mercado petrolero en este 2021, partiendo del hecho que el Covid19, se mantiene vigente, hemos visto que cuando las principales potencias económicas del mundo, Estados Unidos China y la Unión Europea, iniciaron un disciplinado proceso de vacunación, la demanda del crudo y sus derivados se ha incrementado, no sólo en volumen despachado, sino también en precios.

Esto definitivamente es un indicador, que el mundo y su maquinaria industrial, se está empezando a mover, aunque no tenemos todavía a ciencia cierta una fecha definitiva, de cuando se “estabilicen” los mercados y el mundo prepandemia que conocimos, “esté de vuelta”

Sin duda que, hasta el mercado petrolero a pesar de su peso e importancia en la economía se está reinventando, pues todos los estamentos que componen el funcionamiento del globo terráqueo lo han tenido que hacer.

Somos los guardianes de esta industria”

Pero cuando las trompetas mefistofélicas, resonaban sus más altos acordes indicado, la caída libre del mercado petrolero, estos dos Líderes Mundiales, se han estado reuniendo con cierta frecuencia, a pesar de sus marcadas diferencias políticas; el Príncipe heredero de Arabía Saudita su Majestad Mohamed Bin Salman y el presidente de Rusia Vladimir Putin, se han erigido como los guardianes y defensores de la industria Petrolera, visualizando que el negocio petrolero, seguirá dominando en las próximas décadas el mercado energético mundial.

Debemos tener claro, que estos dos líderes no aceptarán, que este mercado quedé en manos de terceros, o sólo esté influenciado por las decisiones de Estados Unidos como máxima potencia mundial; tanto el presidente de Rusia como el Príncipe Saudita, saben que en sus manos estarán muchas de las decisiones que determinarán el rumbo energético del mundo en los próximos tiempos.

Lenín David Rodríguez A.

Abogado y Licenciado en Geografía, con Post Grado en Derecho y Política Internacional de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Profesor de la Materia Geopolítica del Petróleo, en la UCV y Docente de Notabilis Energy, Empresa Internacional de Adiestramiento, especializada en el área de Hidrocarburos. Asesor en la Industria Petrolera.

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