Miembros clave de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) temen que las tensiones en la alianza resurjan con el demócrata Joe Biden ahora como presidente de los Estados Unidos, de acuerdo a las informaciones de fuentes que declararon sus impresiones tras conocerse que será el nuevo mandatario de ese país.

Añaden, entre otras cosas, que “extrañarán” al presidente Donald Trump, quien ayudó a alcanzar un recorte histórico en la producción petrolera internacional.

Biden, dicen las fuentes, pueden modificar las relaciones diplomáticas de su país con tres miembros OPEP de gran relevancia, como Arabia Saudita y los sancionados Irán y Venezuela, además de Rusia; que es un productor clave que no pertenece a la organización.

Rusia es el líder de los productores de petróleo aliados de la OPEP, un grupo llamado OPEP+.

Las fuertes sanciones que ha aplicado EEUU a Irán y Venezuela han dejado por fuera varios millones de barriles de crudo. El hecho es que si Biden relaja tales medidas, en los años por venir pudiera registrarse una producción que dificulte un equilibrio de la oferta con la demanda en la OPEP.

Biden ya ha exclamado que iba a apostar por la diplomacia multilateral, en lugar de las sanciones que impuso Trump, pero no significaría, según él, una relajación de las sanciones en el corto plazo.

“Las sanciones a Irán podrían ser reevaluadas y luego Irán volverá al mercado, por lo que nuevamente habría un exceso de oferta y el acuerdo actual de recortes estará en riesgo”, dijo una fuente de la OPEP antes de que se conociera el resultado de las elecciones.

“Existe el riesgo de que Rusia también abandone el acuerdo OPEP+ (…) ya que fue Trump quien trajo a Moscú a bordo”, dijo la fuente.

Una amenaza global

A la par, Biden ha asegurado que Rusia es la “amenaza global” más grave de Washington. Incluso, en su campaña, prometió reevaluar los lazos de EEUU con Arabia Saudita.

En abril, el republicado se involucró en las conversaciones que permitieron un acuerdo, donde la OPEP y Arabia Saudita iban a trabajar con productores aliados liderados por Rusia para acordar un recorte histórico en los suministros de crudo.

El resultado fue un acuerdo global sin precedentes para reducir el suministro global de petróleo en unos 20 millones de barriles por día, o alrededor del 20%. Solo la OPEP+ acordó recortar 9,7 millones de bpd. Así reseña Reuters.

La motivación del presidente estadounidense estuvo guiada por un aumento en los precios del crudo, evitar quiebras y la pérdida de miles de puestos de trabajo.

Trump ha sido siempre un defensor de la industria del petróleo y el gas, haciendo más livianas las regulaciones ambientales.

Por tanto, “Trump es ahora nuestro amigo”, dijo una fuente importante de la OPEP de un miembro del cartel aliado de Estados Unidos, que no quiso ser identificado.

Con información de Reuters.