El cierre se producirá el próximo 31 de agosto

El gigante gasístico ruso Gazprom ha anunciado que el próximo 31 de agosto detendrá, durante tres días, el bombeo de gas a Alemania por el oleoducto Nord Stream 1 para llevar a cabo el servicio técnico de la única instalación de bombeo en funcionamiento.

«El 31 de agosto de 2022 el Trent 60, único equipo de bombeo operativo, se detendrá durante tres días para llevar a cabo labores de servicio técnico y mantenimiento rutinario», ha informado la empresa a través de su canal de Telegram.

Nota relacionada Canadá defendió su decisión de mandar la turbina para el gasoducto Nord Stream para restablecer el servicio a Alemania

Según ha querido aclarar Gazprom «el conjunto de trabajos acordes al contrato vigente de servicio técnico se llevará a cabo junto a especialistas de la compañía Siemens».

«En correspondencia con la documentación técnica de la compañía Siemens, cada 1.000 horas es necesario llevar a cabo un mantenimiento técnico del equipo que incluye la revisión del chasis para detectar fisuras, deformaciones, manchas de quemaduras», además de la inspección de otros sistemas del equipo, ha indicado la gasística.

Cuando concluyan las labores de mantenimiento el bombeo de gas será restablecido hasta el nivel previo al cese de las operaciones, de 33 millones de metros cúbicos diarios.

Nota relacionada Rusia anuncia que reanuda el flujo de gas del Nord Stream 1 hacia Europa

Tras conocerse esta información, el precio del gas TTF en Holanda, de referencia en el mercado europeo, marcaba en la tarde de este viernes un nuevo máximo histórico al cierre de los mercados bursátiles europeos al cambiarse a 247,6 euros por megavatio-hora (MWh), según datos del mercado.

Gazprom ya había reducido el flujo de gas por el Nord Stream 1 al 20% de su capacidad debido a que, según la empresa, no se ha obtenido una turbina de la compañía Siemens necesaria para su operación.

Nota relacionada FMI alerta de efectos devastadores para media Europa si Rusia bloquea el gas

Dicho componente se encontraba retenido en Canadá debido a las sanciones impuestas a Rusia, pero en las últimas semanas fue trasladada a Alemania después de que el canciller Olaf Scholz consiguiera una excepción para que pudiese ser entregada a Gazprom.

No obstante, el pasado 3 de agosto la gasística rusa rechazó aceptar la turbina, asegurando que necesita garantías de que no se impondrán sanciones por parte de Canadá, Reino Unido y la UE. Según diversas informaciones, Rusia cree que podría incurrir en algunas sanciones al operar la turbina y desde el Kremlin aseguran que, de ser así, la filial británica de Siemens podría apagarla de forma remota.

La Unión Europea, por su parte, cree que esto es otra estrategia de Rusia para ahogar energéticamente al club comunitario.