Una auténtica huida de flujos de la deuda soberana de México, que ha sostenido dos años seguidos cifras récord, podría extenderse en los siguientes meses mediante un esperado incremento de tasas de interés en Estados Unidos, lo que mantendría bajo presión a la moneda doméstica.

El 2021, el país notó salir 257.601 millones de pesos (US$ 12.630 millones) de sus títulos de deuda, en medio de una mayor aversión al riesgo y el constante avance de la pandemia, por encima del récord de 2020 de 257.239 millones de pesos, conforme con datos del banco central.

«Es muy probable que en este 2022 siga esta sangría», pronosticó James Salazar, subdirector de análisis de la firma CI Banco al anticipar afectaciones por un endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.

Comenzando el presente año, la deuda gubernamental local vio huir otros 8.944 millones de pesos (US$ 439 millones) y se espera que ese ritmo continue mientras persistan las sacudidas de la pandemia, a pesar el presidente Andrés Manuel López Obrador ha descartado efectos en la economía pese al incremento de contagios.

La deuda local, que desde la crisis de 2008 se ha beneficiado de una política monetaria expansiva en su país vecino del norte que llevó las tasas a niveles históricamente bajos, está resistiendo al presente por la perspectiva de que el banco central estadounidense empiece a subirlas a partir de marzo.

El mercado adelanta al menos tres aumentos a la tasa en Estados Unidos durante este año, desde su actual nivel de entre 0% y 0,25%, lo que jugaría muy en contra de activos emergentes, como la deuda de México, que si bien ofrecen mejores rendimientos son vistos de mayor riesgo.

De acuerdo con analistas, se espera que el Banco de México responda realzando la suya por encima del 6,5% al cierre del año desde la actual del 5,5%, como lo indica una encuesta de Citibanamex, en momentos en que la inflación está en niveles máximos desde 2001.

Remesas y turismo

A pesar del huracán, el peso mexicano ha resentido las preocupaciones por el diferencial de tasas y analistas opinan que podría seguir sufriendo presión. De acuerdo al sondeo de Citibanamex, cerraría 2022 en 21,60 por dólar, con una depreciación del 5,9% frente a su nivel actual de 20,396 unidades.

Sin embargo, el año pasado la moneda se depreció apenas un 3,1%, mucho más bajo que el resto de sus pares de la región, animado por la reactivación de la actividad económica en Estados Unidos, el principal socio de negocios de dicho país, que ayudó a mitigar el efecto de la salida de capitales.

Las exportaciones locales, una de las importantes fuentes de divisas del país, recobraron fuerzas en un 20% entre enero y noviembre de 2021 frente al desplome del 10% durante todo el año anterior, cuando los confinamientos para hacer frente a la pandemia golpearon la economía global, según datos oficiales.

Asimismo, los envíos de remesas, especialmente desde Estados Unidos y que López Obrador ve como una bendición, van directo a anotar un año histórico en 2021 tras sumar un récord de US$ 46.834 millones entre enero y noviembre.

Otro mecanismo que ha jugado a favor del peso ha sido la incesante llegada de turistas extranjeros al país debido a que el gasto de los visitantes internacionales sumó 17.263 millones en los primeros 11 meses del año pasado, un 78% más que en mismo lapso del 2020.

Sin embargo, a nivel doméstico, persisten también inquietudes sobre una eventual rebaja de la nota soberana y que avancen en el Congreso polémicos proyectos, como una reforma a la industria eléctrica que podría inhibir las inversiones en el sector.

«Son factores locales que no ayudan mucho y que contribuyen a que veamos estas salidas de capital», apuntó Alejandro Saldaña, analista del grupo financiero Ve Por Más. «Todavía estos meses puede que sean difíciles».

No todos los flujos dejaron el país. La bolsa dominó más de un 20% en 2021, su mejor desempeño en 12 años, y la posición de inversores extranjeros en el mercado accionario escaló casi un 13% a US$ 157.692 millones frente una baja del 6,3% en 2020. Analistas y operadores dijeron que ha habido reacomodos en los portafolios a favor de la plaza mexicana.