Los inversionistas que han sido alcistas frente a los bonos mexicanos debido a la austeridad fiscal del Gobierno, tiene una razón más para mantener sus apuestas.
Luego de una semana del comienzo del 2022, la nación latinoamericana ya ha protegido más de la mitad de sus necesidades de financiamiento externo para este año y demoró los pagos de deuda a los tenedores de bonos en general mediante un acuerdo de gestión de pasivos que, según dice, tiene un valor de US$5.800 millones.
La cual suministra seguridad adicional a los inversionistas que han sido ampliamente optimistas sobre las perspectivas de la deuda de la nación de cara a 2022. De hecho, autoridades de países como Brasil recurrieron a inyecciones masivas de estímulo fiscal en medio del COVID 19, el presidente Andrés Manuel López Obrador detuvo el gasto público adicional.
“Eso ayuda a mantener muy cómodamente el perfil de la deuda”, cometo Graham Stock, estratega sénior de deuda soberana de mercados emergentes en Bluebay Asset Management en Londres, que posee deuda mexicana.
Los bonos mexicanos fueron la apuesta favorita de sobreponderación para el 56% de los 83 inversionistas de mercados emergentes encuestados por Citigroup Global Markets Inc. Ese es el mayor nivel de sobreponderación para cualquier país, seguido de China, siendo este el favorito del 38% de los encuestados, comunicaron analistas de Citi liderados por Dirk Willer en una nota publicada el miércoles.
En una región donde la deuda en dólares generó pérdidas a los inversionistas en 2021, los bonos de México destacaron a sus pares regionales clave, incluidos Brasil, Chile y Perú. Ahora bien, los bonos de México se vieron arrastrados esta semana por un incremento de los rendimientos de los instrumentos del Tesoro de Estados Unidos y por la reorganización de activos a medida que algunos inversionistas se cambiaban a los nuevos bonos a 12 y 30 años de la nación latinoamericana, todavía se consideran atractivos.
“México se ha convertido en un país seguro y casi aburrido para invertir en América Latina”, declaró Guido Chamorro, quien es codirector de deuda en divisas de mercados emergentes en Pictet Asset Management.
Este país fue el primero en todo el mundo en desarrollo y quien accedió a los mercados de deuda internacionales este año, vendiendo US$4.100 millones en nuevos bonos denominados en dólares, así como US$1.700 millones en canjes por notas más antiguas con vencimiento de 2025 a 2051. Asimismo el Gobierno recompró los US$545 millones en notas en dólares pendientes con vencimiento en 2023.
Luego de que se llevará a cabo la transacción apenas inició el año, México pudo dominar la posibilidad de refinanciamiento antes de que las tasas de préstamos comiencen a subir en EE.UU, lo que realzará los costos para los mercados emergentes, incluido México, afirmó Benito Berber, economista de Natixis. El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años se aproximó el día de ayer a su máximo de 2021, profundizando una de las mayores liquidaciones semanales en la deuda del Gobierno de EE.UU. en mucho tiempo.
“También es una forma de capitalizar el hecho de que los riesgos macroeconómicos ahora no son tan altos”, expresó. “De esta forma, México puede acceder al mercado relativamente más barato. Si espera, el costo podría aumentar”.
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