El 31 de enero de 1990, cuando McDonald’s abrió su primer local en Rusia en la plaza Pushkin de Moscú, 30.000 personas hicieron cola y pasaron por el establecimiento, el primero de la cadena de comida rápida en Rusia. “Fue más que la inauguración de un simple restaurante”, dijo hace dos años, en el 30 aniversario de aquel momento, Marc Carena, consejero delegado de McDonald’s Rusia a Voice of America. “Llegó a simbolizar la apertura de la Unión Soviética a Occidente”.

Ahora, McDonalds es también un símbolo, pero del creciente aislamiento de Rusia en respuesta a su invasión de Ucrania.

Nota relacionada Microsoft suspende las ventas de sus productos y servicios en Rusia

Este martes, 13 días después del inicio de la guerra, y cediendo finalmente a la presión de inversores y de la opinión pública, que intensificaba las críticas y las llamadas a los boicots en las redes sociales, la empresa de los arcos dorados ha anunciado que cierra temporalmente sus cerca de 850 restaurantes en Rusia.

Nota relacionada Coca-Cola también suspende sus operaciones en Rusia por la guerra

“No podemos ignorar el sufrimiento”

La decisión de McDonald’s, que ha anunciado que seguirá pagando a sus 62.000 empleados en Rusia, es una de las más significativas de las últimas horas no solo por su simbolismo, sino porque la empresa tiene más exposición al tener en propiedad el 84% de los locales. De Rusia y Ucrania (donde también ha cerrado temporalmente sus 108 restaurantes) obtiene aproximadamente el 9% de sus ingresos, unos 2.000 millones de dólares el año pasado.

“Nuestros valores significan que no podemos ignorar el innecesario sufrimiento humano que se está causando en Ucrania”, ha escrito en una carta abierta a los trabajadores Chris Kempczinski, presidente y consejero delegado de McDonald’s.

Nota relacionada El Banco Mundial suspende todos sus programas en Rusia y Bielorrusia

El peso de la presión social y de inversores en las decisiones empresariales es palpable y se ha hecho particularmente visible en el caso de Starbucks. La cadena de cafeterías, que tiene 130 locales (propiedad de una corporación de Kuwait que también los opera) había anunciado el viernes que destinaría los beneficios de esos establecimientos a ayuda humanitaria a Ucrania pero este martes, poco después del anuncio de McDonalds, ha anunciado directamente la suspensión de operaciones. En su caso ha informado de que dará “apoyo” a los cerca de 2.000 trabajadores rusos de la cadena.