Avanzar hacia una economía verde en Latinoamérica puede impulsar la productividad, desarrollar sectores económicos nuevos y más sostenibles, y aumentar en un 10,5% los empleos netos de la región en 2030, según un informe publicado este lunes con motivo de la COP27.

El estudio “Panorama Económico Latinoamericano 2022: Hacia una transición verde y justa”, elaborado por distintos organismos, apuntó que la transformación de la matriz energética es “clave” para “promover un mayor bienestar social y fomentar la resiliencia”.

La región tiene “alto” potencial en energías verdes: en la actualidad, las renovables suponen el 33% de la energía total, en relación con el 13% a nivel mundial, de acuerdo con el informe elaborado por la Comisión Europea y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

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A fin de conseguirlo, los organismos afirman que la región necesita movilizar recursos “sustanciales” a través de “medidas fiscales sostenibles” y “nuevos instrumentos financieros”.

Dichas esas herramientas, destacan “canjes de deuda por naturaleza, cláusulas de desastres naturales, bonos de catástrofe y bonos verdes, sociales y de sostenibilidad”, de acuerdo con el documento desarrollado también por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y CAF-Banco de Desarrollo de América Latina. “Un escenario de calentamiento global de 2,5°C podría costarle a la región entre 1,5% y 5% de su PIB para 2050”, alertó el estudio.

Latinoamérica, con más de 620 millones de habitantes, es una de las regiones más vulnerables al cambio climático y alberga 13 de los 50 países identificados como los más afectados del mundo, pese a que solo es responsable del 8,1% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero.

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Por tanto, para que la transición verde sea “viable en el tiempo”, el informe recomienda a los gobiernos de la región “garantizar procesos participativos e inclusivos” y fomentar la cooperación internacional.

“La agenda verde puede ser el elemento vinculante de un nuevo contrato social sostenible para la región, ya que el 68% de los ciudadanos reconoce el cambio climático como una amenaza muy grave a su país en los próximos 20 años, por encima de otras regiones”