La explosión del puerto de Beirut, que ha matado a 150 personas  y herido al menos a 6.000, sembrando la destrucción en la mitad de la ciudad, provocando pérdidas económicas de cerca de 15. 000 millones de dólares, causando además el cierre del puerto, por donde pasaban más del 75 % de las importaciones del Líbano, ha comenzado a mover el escenario geopolítico mundial.

La reconstrucción de éste puerto involucra grandes intereses y se ha convertido en una lucha de influencia estratégica en la que participan Turquía, China, Israel, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Rusia.

En la actualidad el Gobierno de Líbano, se ha visto obligado a depender completamente dos puertos mucho más pequeños. Según Amos Haryl, periodista y analista israelí, asegura que “a largo plazo la reconstrucción del puerto será inevitable”.

Haryl sugiere que las mayores potencias de la región podrían competir para acaparar el proyecto con el objetivo de expandir su influencia regional.

El analista israelí señala que Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos: “son dos estados que, con el pretexto de reconstruir el puerto, buscarán reducir la influencia de Irán y Hezbollah».

China también busca acceso a los puertos marítimos de Tartús y Latakia mediante inversiones multimillonarias en infraestructura, telecomunicaciones y energía, que complementan la presencia actual de Pekín en los puertos griegos e israelíes. Puede verlo como una oportunidad de potenciar su iniciativa de la nueva Ruta de la Seda, “Belt and Road”.

Mientras que Rusia lleva ventaja con la expansión de las instalaciones navales en Latakia. Además, su presidente, Vladimir Putin está tratando de ampliar el acuerdo de 2015 que rige la presencia naval de Moscú en Tartús, aumentando el volumen del transporte marítimo y garantizando la presencia rusa en los próximos decenios.

Fereydoun Berkeshli, director de Vienna Energy Studies Group, en Irán, ha escrito en twitter que Turquía e Israel serán los vencedores más importantes de la destrucción del puerto de Beirut.

“Turquía ha planificado desde hace tiempo el desarrollo y refuerzo de la insfraestructura y estructura del puerto de Mersin” en la Anatolía meridional. China tiene contratos a largo plazo para desarrollar el puerto de Haifa” añadió.

Mersin se encuentra en la costa del Mediterráneo, es el segundo puerto más grande de Turquía después de Ambarli, cerca de Estambul. Se trata de la puerta del comercio turco a través del Mediterráneo. Estableciendo diversas zonas francas en la provincia de Mersin e invirtiendo masivamente en infraestructuras en la provincia, Ankara pretende transformar el puerto en un hub de tránsito para los bienes entre el Medio Oriente hasta África y América.

Por otro lado, el desarrollo del puerto de Haifa con inversión  por parte del Shanghai International Group en la costa de Israel, prosigue rápidamente. Según los planes del grupo, el puerto iniciará su actividad en 2021, en apenas cuatro meses.